Contábamos en Hispanidad, que el pasado 16 de junio finalizaba el plazo de aceptación de la oferta que lanzaba FCC sobre el 24% de Metrovacesa, y la compañía del magnate Slim rehusaba ampliar el periodo de aceptación de la oferta los 70 que le permitía la ley. Completo silencio de la compañía acerca de cómo había ido la operación: FCC celebraba su Junta General de Accionistas, Slim no aparecía, y no se decía ni una palabra.
Y la CNMV, que daba el visto bueno a la operación, ha anunciado este lunes que la oferta de FCC ha logrado captar 17.397.696 acciones, lo que supone 125,3 millones de desembolso. Lo que significa que únicamente accionistas representativos del 11,47% del capital de Metrovacesa han aceptado la oferta, por lo que Slim controlará el 16,87% de la promotora, ya que el empresario ya controlaba el 5,4%.
El resultado de la operación es un 'fracaso' para Slim puesto que pretendía hacerse con el 29,4087%, pero ojo, porque triplica su presencia en Metrovacesa y se sitúa como el tercer accionista de la compañía, por detrás del Banco Santander (49,362%) y BBVA (20,849%). Ambos bancos rechazaban acudir a la oferta: recordemos que Slim redujo a 7,2 euros por título el precio ofrecido, ya que Metrovacesa optó por abonar un dividendo de 0,6 euros por acción el 20 de mayo, importe que FCC descontó al precio inicial de 7,8 euros por acción. Algo que no gustó ni a analistas ni a accionistas, al considerar que el precio era bajo y que no reflejaba el "valor intrínseco" de la compañía. Si bien, desde que se aprobó la oferta de Slim, Metrovacesa solo cotizó un día por encima del precio que el mejicano ofreció.
Pese a no gustarle la oferta, el Santander concedía a FCC un aval por importe de más de 262 millones, y es que como adelantó Hispanidad, esta operación era un pelotazo 'a pachas' entre Botín y Slim. Pero al banco del "porque tú, porque te" no le gustaba el precio: una cosa es acabar con el pequeño accionista, y otra muy distinta que ellos no consigan hacer negocio con ello.
Pero la negociación no acaba aquí, Slim no suele dar su brazo a torcer, ha conseguido 'marcar precio' de la acción, un precio bajo, y a partir de ahí, continúan las conversaciones. Aún está por ver si habrá nueva oferta con un precio que convenza al Santander.