Solaria ha empezado bien el año en ingresos y resultado bruto de explotación (ebitda), con cifras récord, como se puede ver en sus resultados del primer trimestre. Sin embargo, no ha sucedido lo mismo con el beneficio neto y la evolución en bolsa, donde el castigo persiste. Y no se puede olvidar que la burbuja verde y especulativa en España sigue creciendo... entre rumores de pinchazo. 

La compañía de renovables que controla la familia Díaz-Tejeiro en un 34,91% a través de la sociedad DTL Corporación ha recibido aplauso de los inversores a las cifras del primer trimestre, pues su cotización sube algo más de un 5% (un 5,26%, concretamente), liderando las alzas del Ibex este lunes, y mientras el selectivo sólo ha ascendido un 0,707%. Sin embargo, la cosa cambia si se recuerda que Solaria acumula una depreciación bursátil del 34% en lo que va de año, por lo que la subida del 5% ni siquiera sirve de consuelo puntual.

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La empresa líder en el desarrollo y generación de energía solar fotovoltaica en Europa está presidida por el ingeniero superior industrial Enrique Díaz-Tejeiro Gutiérrez, que a su vez es consejero dominical; y su hijo José Arturo Díaz-Tejeiro Larrañaga, también ingeniero superior industrial, ocupa los cargos de vicepresidente primero y consejero ejecutivo. Los ingresos han aumentado un 6%, hasta el récord de 40 millones de euros, por la mayor producción de energía (+22%) y los ingresos de infraestructuras, solventando los menores precios de energía. Por su parte, el ebitda ha crecido un 4%, hasta el récord de 41,8 millones. Sin embargo, no ha tenido tan buena evolución el beneficio neto, que ha descendido un 5%, a 23,6 millones... y en el conjunto de 2023 tampoco logró incrementar dicha magnitud financiera. 

Los analistas del Banco Sabadell destacan que no ha registrado nueva capacidad instalada durante el trimestre (1.658 MW operativos) y ha reducido la cifra de proyectos en construcción hasta 1.425 MW en políticas ambientales europeas

El presidente de Solaria, Enrique Díaz-Tejeiro, habla de “resultados excelentes dentro de un escenario de precios volátiles” y añade que siguen “diversificando nuestro negocio centrándonos en infraestructuras y data centers (centros de datos), lo que nos convertirá en un player fundamental para la transición energética y digital en Europa”. Claro que los inversores no parece que vean tanto aspecto positivo, porque la compañía acumula una depreciación del 34% en lo que va de año... y que le costará tiempo reducir y convertir en revalorización. Además, los analistas del Banco Sabadell han destacado que, como era esperado, no ha registrado nueva capacidad instalada durante el primer trimestre (1.658 MW operativos) y ha reducido la cifra de proyectos en construcción hasta 1.425 MW en políticas ambientales europeas, algo en lo que puede haber influido el giro que ha dado Europa al primer la seguridad y la defensa sobre la ecología.