Talgo ha celebrado en bolsa (su cotización sube un 4%, frente a un Ibex que sólo asciende un 0,11%) los resultados de los nueve primeros meses que dio a conocer en la tarde del martes 14 al cierre de mercado. Los inversores han premiado los aumentos de ingresos y resultado bruto de explotación (ebitda) y pedidos por la mayor actividad de fabricación y a la extensión de contratos que tenía con los operadores ferroviarios alemán (DB) y danés (DSB).

 

El fabricante de trenes, que controla el fondo Trilantic Capital y la familia Oriol en un 40,033% a través de la sociedad Pegaso Transportation International (la cual comparten en un 63% y en un 20,3%, respectivamente), ha elevado sus previsiones anuales, tras impulsar la cartera de pedidos a máximos históricos de 4.200 millones de euros. Eso sí, no ha informa de la evolución del resultado neto y el calendario de ejecución de proyectos industriales ha aumentado las necesidades operativas de fondos, lo que se traduce en un ligero incremento del apalancamiento financiero de 2 veces a 2,5 veces el ebitda ajustado.

Los nuevos pedidos de 1.900 millones han impulsado la cartera de pedidos a máximos históricos de 4.200 millones... Esto ofrece una gran visibilidad de la actividad industrial en el escenario internacional a largo plazo, algo que ha gustado a los inversores, pese a que aún hay incertidumbres en la macroeconomía y la geopolítica

Talgo ha disparado sus ingresos un 33,5%, a 470,3 millones, superando lo previsto por los analistas, gracias a la mayor actividad de fabricación y las extensiones de contratos (eso sí, aún no ha cuantificado el impacto de sus efectos extraordinarios), así como por las recientes adjudicaciones y los ingresos recurrentes y estables de la actividad de mantenimiento. Entre sus proyectos, destacan: la fabricación de locomotoras y remodelación de trenes para Renfe en España, las ampliaciones de los contratos de trenes Talgo 230 para DB y DSB, la extensión del contrato de mantenimiento de la flota de alta velocidad de Renfe y el contrato con el operador egipcio ENR para fabricar siete trenes nocturnos “aún pendiente de condiciones precedentes y aprobaciones).

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Los nuevos pedidos registrados por valor de 1.900 millones han impulsado la cartera de pedidos a máximos históricos de 4.200 millones. De estos últimos, el 50% corresponden a la actividad de fabricación, el 46% a mantenimiento y el 4% a reparaciones y otros. Este récord en cartera de pedidos ofrece una gran visibilidad de la actividad industrial de la compañía en el escenario internacional a largo plazo, algo que ha gustado a los inversores, pese a que aún hay incertidumbres en la macroeconomía y la geopolítica que podrían condicionar el desempeño de los proyectos (sobre todo en lo relacionado con cadena de suministro y costes financieros). Además, para mitigar el impacto negativo de factores exógenos, como la inflación, y proteger los márgenes de los proyectos, Talgo ha tomado algunas medidas, porque ha seguido trabajando para incluir en los contratos: cláusulas de indexación y repercusión de gastos financieros ligadas con la financiación, y aspectos vinculados con la cadena de suministro.

El fabricante ferroviario que tiene como CEO a Gonzalo Urquijo también ha tenido capacidad de generar recursos, pues su ebitda ajustado se ha disparado un 68%, a 64,5 millones, superando lo previsto por los analistas, gracias a la estabilización de márgenes operativos y las extensiones de acuerdos vigentes. Y los márgenes han crecido del 10,9% al 13,7%, superando el previsto para el conjunto del año (12%).  

Es cierto que este miércoles ha recibido premio bursátil. Eso sí, la subida del 4% en las primeras horas de la sesión se ha ido relajando al 2,4% a medida que avanzaba la jornada. Además, no hay que olvidar que Talgo no acertó con su salida a bolsa el 9 de mayo de 2015, pues salir a bolsa no siempre es la mejor opción: ahora cotiza a 3,90 euros, acumulando una depreciación de casi el 58% desde los 9,25 euros de su debut en el parqué hace más de ocho años... y que no parece que vaya a recuperar.