Talgo sonríe en bolsa este viernes, tras los resultados del primer semestre publicados en la tarde del día anterior a cierre de mercado. La cotización sube un 2%, después de confirmar las previsiones anuales y retribuir mejor a los accionistas gracias a la mayor actividad. Y esta última le permitió elevar beneficio neto, ingresos y resultado bruto de explotación (ebitda).
El fabricante ferroviario, que controla el fondo Trilantic Capital y la familia Oriol en un 40,033% a través de la sociedad Pegaso Transportation International (la cual comparten en un 63% y en un 20,3%, respectivamente), acumula ya una revalorización del 19% en el último año y del 7,7% desde el pasado enero, algo en lo que ha influido el hecho de haber logrado el mayor contrato de su historia. Sin embargo, aún está lejos de recuperar el terreno perdido en el parqué desde su debut el 9 de mayo de 2015 a 9,25 euros: ahora su acción cotiza en torno a los 3,63 euros, es decir, un 60% por debajo. Una de dos, o bien se valoró a precios muy altos para dicho debut, o bien lo ocurrido en estos ocho años (incluido el parón del Covid) ha hecho demasiado daño en el precio de la acción.
Aún está lejos de recuperar el terreno perdido en el parqué desde su debut el 9 de mayo de 2015 a 9,25 euros: ahora su acción cotiza en torno a los 3,63 euros, es decir, un 60% por debajo. ¿Se valoró a precios muy altos o lo ocurrido en estos ocho años (incluido el parón del Covid) le ha hecho demasiado daño?
La compañía, que preside Carlos Palacio y Oriol y tiene como CEO a Gonzalo Urquijo, ha conseguido cambiar la evolución de su beneficio neto de descendente (como se vio por ejemplo en el primer trimestre) a ascendente: se ha situado en 7 millones de euros en el primer semestre siendo un 31,7% superior al de hace un año. Por su parte, el ebitda se ha disparado un 72%, a 33,6 millones, y con un margen del 11,6%; aunque en términos ajustados, el incremento ha sido del 49,7%, a 35 millones, y el margen se ha estabilizado en el 12,1%, tras cuatro trimestres consecutivos de progresiva recuperación.
Los ingresos han aumentado un 32,5%, a 288,6 millones, gracias a la mayor actividad de fabricación y a la estabilidad de los ingresos recurrentes de los servicios de mantenimiento. Más trabajo que también se ha notado en el crecimiento de las necesidades operativas de fondos, que se han situado en 304,4 millones. Asimismo, el fabricante ferroviario tiene carga de trabajo para años, porque la cartera de pedidos ha ascendido a 2.700 millones y espera alcanzar su máximo histórico este año al sumar otros 1.800 millones en nuevos pedidos ya adjudicados y que están pendientes de condiciones precedentes para su formalización. Y entre sus proyectos de fabricación, destacan los que está realizando para Deutsche Bahn, DSB, ENR y Renfe (por ejemplo, la fabricación de 40 locomotoras y la remodelación de trenes, así como el proyecto de tren de muy alta velocidad Avril que empezará a entregar en unos meses), es decir, para los operadores ferroviarios de Alemania, Dinamarca, Egipto y España.
Por su parte, la deuda financiera neta ha tenido un ligero incremento, pasando de 163 millones a 175,1 millones, pero el ratio sobre ebitda (dado el fuerte aumento de esta magnitud financiera) ha descendido de 2,8 veces a 2,7. Talgo ha recalcado que tiene “un sólido perfil financiero”, con fuentes de financiación diversificadas, un perfil de vencimiento medio de la deuda a largo plazo de 2,75 años y un coste medio de 2,35%, con solo 66 millones de euros en vencimientos para 2023 y 2024. Además, no olviden que el fabricante ferroviario ha mejorado la retribución de sus accionistas este semestre al lanzar un programa de 12 millones, un 20% superior al de hace un año, y que ha ofrecido con diferentes opciones (dividendo flexible o scrip dividend y recompra de acciones).