El futuro de Marta Álvarez Guil como presidenta de El Corte Inglés (ECI) y de la Fundación Ramón Areces, cargos a los que llegó tras una dura batalla con los Gimeno Álvarez, aún no está cerrrado. Recuerden que María Antonia Álvarez hermana de Isidoro y su hijo, Dimas Gimeno Álvarez, entonces, presidente, se marcharon de Inversiones Isidoro Álvarez SA (IASA), primer accionista privado del ECI y de la que poseían un tercio de las acciones, toda vez que llegaron a un acuerdo por el que las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil abonarían a Dimas Gimeno y a su madre, María Antonia Álvarez 145 millones de euros en tres años, a razón de tres plazos de 85, 30 y 30. El primero sirvió para que Dimas Gimeno y su madre pagaran, precisamente, su deuda con Hacienda. Con el segundo Dimas Gimeno montó WOW, e incluso ahora pretende abrir una nuevo WOW en lo que fuera el Corte Inglés de la Calle Serrano. Que no se lo ha comprado a El Corte Inglés, simplemente ECI estaba alquilado, se marchó y ahora lo ha alquilado Dimas.
Más Madrid y Podemos, ante la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas, están empeñados en volver a reclamar los impuestos. Porque, según ellos, no tenían derecho a las exenciones fiscales y debían haber pagado mucho más al Fisco madrileño, pues eran hijas adoptadas
El problema es que Marta y Cristina sospechan que la madre Dimas, María Antonia Álvarez, una vez cobre el tercer plazo, reactivará los casos judiciales que podrían costarle la Presidencia a ellas.
Algunos de los sumarios judiciales referentes a la adopción de las hermanas Marta y Cristina por Isidoro Álvarez así como todo el espinoso asunto del testamento de Isidoro Álvarez no han prescrito y podrían reactivarse. Por ejemplo, por parte de la hermana de Isidoro; María Antonia. Y es igual que Dimas Gimeno se comprometiera a terminar con el conflicto judicial. Puede reactivarlo por vía interpuesta.
Además, todo depende de cómo se interprete la adopción de Marta y Cristina, en clave sucesoria. La izquierda en el Parlamento madrileño insiste en que no tenían derecho a las exenciones que tuvieron. En su día, afirmaban que las hermanas debían al fiscal más de 700 millones de euros, en concepto de impuestos sucesorios.
Y naturalmente, Más Madrid y Podemos, ante la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas, están empeñados en volver a reclamar los impuestos. Porque, según ellos, no tenían derecho a las exenciones fiscales y debían haber pagado mucho más al Fisco madrileño, pues eran hijas adoptadas.
Y las ventas no despegan. El Corte Inglés corre el riesgo de verse reducido a un pocos centros bandera, como Barcelona, Pozuelo, Marbella y poco más. Y no ayudan los cambios continuos en los cargos que impone Marta Álvarez
Además, el negocio no marcha. Como ya hemos informado en Hispanidad, las ventas no despegan, desde luego, no lo suficiente para amortizar deuda, algo que se ha convertido en asignatura clave. Así que 2023 será la última oportunidad para Marta Álvarez. Y es que El Corte Inglés corre el riesgo de verse reducido a unos pocos centros bandera, como Barcelona, Pozuelo, Marbella y poco más. Y no ayudan los cambios continuos en los cargos y puestos que impone Marta Álvarez, los últimos con un baile de traslados entre los principales centros madrileños, como Castellana, Pozuelo y Sanchinarro.
Por ahora, la gestión de Marta Álvarez como presidente no convence. Eso sí, controla, junto a su hermana Cristina, no lo olvidemos, casi el 60% el capital. Pero, o aumentan las ventas o, vamos hacia la jibarización de El Corte Inglés.