TAP Air Portugal se hace valer ante su próxima privatización. Y es que ha vuelto a beneficio semestral, al crecer en ingresos y superar capacidad y carga preCovid.

La aerolínea portuguesa ha ganado dinero por primera vez en el primer semestre desde 2019 y ha dicho adiós a las pérdidas de 202,1 millones de euros de hace un año: ha obtenido un beneficio neto de 22,9 millones entre enero y junio de este año. Una buena noticia de cara a su próxima venta y que hace más posible que cierre otro año en positivo (en 2022, volvió a beneficios, al ganar 65,6 millones, algo que no sucedía desde 2017, como informó Preferente).

TAP ha podido volver a beneficio semestral, gracias al crecimiento en ingresos y beneficio bruto de explotación (ebitda), así como por superar capacidad y factor de carga preCovid. Los ingresos de explotación se han disparado un 44,3%, a 1.900 millones, lo que supone además un 31,6% más que en el primer semestre de 2019, y en lo que ha contribuido el transporte de 7,6 millones de pasajeros (+30,2%) y que los vuelos operados alcancen el 89% de los niveles preCovid. El ebitda recurrente ha ascendido a 361,7 millones y el margen se ha situado en el 19%, y el beneficio operativo se ha situado en 124,5 millones. Además, la capacidad y el factor de carga han aumentado, llegando a superar cifras prepandemia.

Se venderá con algunas condiciones por parte del Gobierno que dirige el primer ministro, António Costa, que no quiere perder completamente el negocio de la aerolínea y pretende conservar una participación, pero no se sabe de cuánto, por ahora

Unos buenos resultados, pese a que los costes de explotación recurrentes han sido mayores (1.781,8 millones, un 35% más), y que le han permitido reembolsar bonos por 200 millones y mejorar el ratio deuda neta sobre ebitda a 2,5 veces. El CEO de la aerolínea portuguesa, Luis Rodrigues, ha destacado el “excelente desempeño” y que espera un segundo semestre “intenso”.

El próximo septiembre, TAP saldrá a la venta, de nuevo. Recuerden que fue privatizada hace años pero el Estado tuvo que rescatarla y renacionalizarla en 2020, e inyectar 1.600 millones entre 2020 y 2021 para que no quebrara. Ahora se venderá con algunas condiciones por parte del Gobierno que dirige el primer ministro, António Costa, que recogió Preferente: mantener el hub en Lisboa, mantener la fuerte base de TAP en el aeropuerto de Lisboa y salvaguardar el papel estratégico de la compañía para Portugal. El Gobierno Costa no quiere perder completamente el negocio de la aerolínea y pretende conservar una participación, pero no se sabe de cuánto, por ahora. 

TAP interesa a tres grandes grupos aeronáuticos europeos: el español IAG (como ya manifestó su CEO, Luis Gallego, hace unos meses), el alemán Lufthansa y el franco-neerlandés Air France-KLM. El primero aún está esperando el visto bueno de Bruselas a la compra de Air Europa, pero si también logra hacerse con TAP pasaría a ser el más grupo aéreo grande de Europa, adelantando a Lufthansa, y ganar peso en Brasil, como destaca Preferente. Por su parte, el alemán la quiere porque así podría tener más presencia en Hispanoamérica y el franco-neerlandés puja porque así podría competir más con Iberia en Hispanoamérica. 

Por cierto, las buenas de cifra de TAP parece que han gustado a los inversores de IAG, porque su cotización ha llegado a subir un 2,2% a unas horas del cierre de sesión. 

Y un pequeño detalle: TAP llevó al Papa Francisco de regreso al Vaticano, tras participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada en Lisboa a principios de mes.