Lo dicen en Moncloa y lo repiten en defensa, aunque sería Nadia Calviño quien debería tramitar la solicitud: la entrada del consorcio árabe STC en el accionariado de Telefónica está paralizada.
Los árabes ni tan siquiera se han molestado en formalizar el preceptivo permiso al Gobierno para que éste admita a un inversor que pretende superar el 10 por 100 de una compañía estratégica aunque, de hecho, los saudíes ya poseen el 12,6% y se aproximan al 13%, con el grueso depositado en Morgan Stanley.
La excusa para no tramitar la solicitud: el Gobierno está en funciones
Más que el Gobierno en funciones, que no es más que una excusa, lo que preocupa, tanto en el Ejecutivo como en algunos sectores de la compañía es lo otro: que la decisión saudí se paralice de forma definitiva, dada la nueva era que ha nacido tras el ataque terrorista de Hamas a Israel y la respuesta del Estado hebreo a Gaza.
Claro que también están los que, como el que suscribe, piensan que paralizar la operación sería, simplemente, un éxito. Mejor sólo que mal acompañado.