Tesla ha huido del bitcoin (ha vendido el 75% de sus tenencias y perdiendo dinero), algo que ha despertado la atención de los mercados y de los inversores. Además, ha desacelerado en el segundo trimestre por los mayores costes y el aumento de la producción, especialmente en las gigafactorías de Berlín (Alemania) y Austin (Texas, EEUU).
El fabricante de coches eléctricos que tiene como fundador y consejero delegado a Elon Musk (ahora bastante inmerso en el tema de la compra de Twitter, tras dar marcha atrás, y que ha llegado a los tribunales) ha vendido el 75% de los bitcoins que tenía y lo ha hecho por unos 918 millones de euros, según ha informado Telo News. Esto ha supuesto una pérdida de 451,20 millones respecto a lo invertido: recuerden que en febrero de 2021, Musk invirtió unos 1.471 millones de euros (al tipo de cambio actual) en esta criptomoneda y permitió la compra de coches usando la misma, pero ahora parece que ya no le gusta tanto. Algo puede haber influido el hecho de que la cotización del bitcoin acumula una depreciación del 46% en lo que va de año. Así, Tesla ha cerrado el segundo trimestre sólo con 214 millones invertidos en bitcoin, una cifra notablemente inferior a los 1.236 millones que acumulaba en los tres trimestres anteriores.
En febrero de 2021, Musk invirtió unos 1.471 millones de euros en bitcoin y permitió la compra de coches usándola, pero ahora parece que ya no le gusta tanto: puede haber influido que la cotización del bitcoin se ha depreciado un 46% en lo que va de año
El fabricante de coches eléctricos también ha desacelerado la marcha entre abril y junio, respecto a la velocidad del trimestre anterior. El beneficio neto ha subido un 98%, hasta 2.216 millones, frente a los 3.050 millones que ganó entre enero y marzo, una cifra que fue un 658% superior a la del mismo periodo del año anterior. Por su parte, los ingresos han subido un 42%, hasta 16.610 millones, por debajo de lo previsto por los analistas y de la cifra obtenida en el primer trimestre (más de 17.200 millones), y de los que el 88% ha correspondido a la venta de coches y servicios relacionados. Además, el margen bruto de la venta de coches ha bajado al 27,9% por: el impacto de la inflación; los altos costes del inicio de la producción en las plantas de Austin y Berlín, “unos gigantescos hornos de quemar dinero”, según el propio Musk; y la mayor competencia (ha crecido la demanda del sector de baterías y otros componentes de vehículos eléctricos). Y eso que ha recortado algunos costes con el anuncio de un recorte del 10% de la plantilla.
Eso sí, Tesla ha logrado sus mejores resultados en el primer semestre, aunque sigue sin recuperar el terreno perdido en bolsa: su cotización acumula una depreciación del 38% desde el pasado enero. El beneficio neto ha ascendido a 5.470 millones, lo que supone un 253% más que hace un año, y los ingresos se han situado en 35.007 millones. En este periodo produjo 563.987 vehículos, de los que 258.580 correspondieron al segundo trimestre, y entregó 564.743 -de estas, 254.695, un 27% más, entre abril y junio, algo menos que en el primer trimestre por el cierre temporal de la planta de Shanghái (China) y problemas en la cadena de suministro-. Además, sigue invirtiendo en la expansión de la capacidad de sus factorías para maximizar la producción.
Y por cierto, no olviden que Musk pertenece al grupo de millonarios que financian abortos. Y es que Tesla, al igual que Disney, Amazon, Starbucks, Levi’s, Apple, Microsoft, Netflix, Meta y otras compañías, pagará los gastos de viaje a empleadas para abortar.