El Tesoro Público ha vendido este jueves 5.540 millones de euros en una nueva subasta de bonos y obligaciones. La demanda se ha acercado a los 7.500 millones de euros, que tampoco es tanta.
En concreto, ha adjudicado 2.381,12 millones de euros en el bono a tres años, con un interés marginal del 0,863%, muy por encima del 0,349% ofrecido en la subasta previa.
En la obligación con vida residual de 26 años y seis meses, ha colocado 1.700,11 millones, y la rentabilidad marginal se ha situado en el 2,302%, más de un punto porcentual por encima del 1,262% ofrecido en la emisión anterior.
Por último, el Tesoro ha colocado 1.459,59 millones de euros en la otra obligación a 30 años, mientras que el interés se ha fijado en el 1,757%.
Recordemos que, como publicó Hispanidad, el Tesoro dejará de contar con el dopaje del BCE a partir del 1 de julio próximo, tal y como anunció Christine Lagarde la pasada semana. Solo quedan dos meses y medio.
En resumen, España, un país hiperendeudado con Pedro Sánchez, se enfrenta a su peor pesadilla.