Como recogió Hispanidad, en la última subasta de deuda, el Tesoro tuvo que ofrecer un interés más elevado por la deuda a corto plazo que por la de largo, lo que cabe interpretarse como que los inversores desconfían del futuro próximo de la economía española.
Hoy ha habido nueva subasta del Tesoro, en la que el organismo ha colocado 6.439,64 millones de euros en una emisión de bonos y obligaciones del Estado, con una demanda que ha llegado a los 11.102 millones de euros.
En concreto, en bonos del Estado a 3 años, el organismo ha subastado 1.685,82 millones, con un interés del 3,310%, superior al 3,260% previo.
En las obligaciones del Estado con una vida residual de 4 años 9 meses, ha captado 1.676,53 millones, y la rentabilidad se ha colocado en el 3,151%, superior respecto a la del 3,097% anterior.
También ha adjudicado 1.575,66 millones en obligaciones del Estado a 15 años, y la rentabilidad marginal se ha situado en el 3,739%, interés inferior frente al 3,847% de la última subasta.
Por último, el Tesoro ha vendido 1.501,63 millones de euros en obligaciones del Estado con una vida residual de 27 años 3 meses, con un interés marginal del 3,762%, en compararon con el 3,578% de la subasta previa.
El contexto de la subasta es que el Banco Central Europeo (BCE) celebrará una nueva reunión el próximo 27 de julio, en la que se espera un nueva subida de los tipos de interés.
La rentabilidad del bono español a diez años se situaba hoy en el 3,44%. Y la prima de riesgo alcanza hoy los 104 puntos.
Recordemos que la deuda del conjunto de las administraciones públicas alcanzó en mayo los 1,541 billones de euros, nuevo máximo histórico. Con esta cifra, la deuda se sitúa en torno al 113% del PIB, tomado el PIB nominal de los últimos cuatro trimestres. Pero es que, en el último año, la deuda pública ha aumentado en 85.176 millones de euros, es decir, un 5,8%.
Es más: Sánchez deja una España un 27,5% más endeudada de la que recibió. La deuda pública ha pasado de 1,20 a esos 1,54 billones de euros durante el Gobierno socialista.