Decíamos que la Comisión Europea ha aprobado imponer aranceles a los coches eléctricos chinos. Se trata de una decisión impulsada por Ursula von der Leyen -quien aspira a revalidar el cargo tras las elecciones europeas- y que respalda la vicepresidenta ecológica de España y aspirante a comisaria, Teresa Ribera (ahora inmersa en un doble baile donde Pedro Sánchez le marca el ritmo). Pero tras la decisión, habrá consecuencias, y por ahora, lo más sorprendente es que China haya advertido que dichos aranceles “socavarán el proceso de transformación verde de la propia UE”.
Resulta cuanto menos curioso que el gigante asiático esté preocupado por la sostenibilidad de la UE, cuando esta última sólo supuso el 7% de las emisiones mundiales de CO2 en 2023, mientras que las suyas representaron el 39%
Así lo ha señalado Li Chao, portavoz de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, en rueda de prensa. Resulta cuanto menos curioso que el gigante asiático esté preocupado por la sostenibilidad de la UE, cuando esta última sólo supuso el 7% de las emisiones mundiales de CO2 en 2023, mientras que las suyas representaron el 39%. Asimismo, Li Chao ha advertido que “los aranceles distorsionarán las cadenas de suministro globales de la industria automotriz y perjudicará a los consumidores de la UE” y que “el proteccionismo comercial no es la salida”. Por si lo anterior no bastara, ha presumido de que “China apoya activamente a las empresas automotrices de todo el mundo para que participen en una competencia justa y mantengan la estabilidad de las cadenas de suministro”, ¿en serio? Parece que olvida que no es tan sencillo que una empresa extranjera se instale en el gigante asiático para fabricar sus productos.
Claro que el país que dirige Xi Jinping también ha respondido de otra forma: ha anunciado una investigación antidumping (competencia desleal) contra algunas importaciones de carne de cerdo y derivados de la UE. Entre los principales afectados de esta investigación está España, que está entre los países que más carne de cerdo exporta al gigante asiático. Se avecina guerra comercial... Eso sí, según los datos de 2023, para nuestro país es mucho más valioso el sector del automóvil que el de productos cárnicos en cuestión de exportaciones: las del primero ascendieron a 53.972,4 millones de euros y las de productos cárnicos a 12.192,5 millones. Anafric, la asociación nacional que defiende los intereses de las empresas del sector ganadero-cárnico, ha advertido que la investigación antidumping de las autoridades chinas afecta directamente a los productores de cerdo españoles y recuerdan que nuestro país exportó al gigante asiático 560.488 toneladas de carne y elaborados de porcino por un valor de 1.223 millones.
En el entretanto, en pleno freno del coche eléctrico en múltiples grupos (General Motors, Ford, Volkswagen, Mercedes-Benz, Stellantis, Hyundai, Kia, Suzuki...) y ante los aranceles de la UE, Stellantis ya ha reaccionado. El grupo que surgió de la fusión entre PSA y Fiat Chrysler Automobiles es dueño de 14 marcas (Peugeot, Opel, Citroën, Fiat y Jeep, entre otras), y tiene una sociedad conjunta con el fabricante chino Leapmotor, tras haber adquirido el 20% del capital de este último el año pasado. Antes de conocerse los aranceles a los coches eléctricos chinos en la UE a partir del próximo julio, Stellantis anunció que iniciaría la venta de los primeros dos modelos 100% eléctricos de la sociedad conjunta con Leapmotor el próximo septiembre en nueve países europeos (Alemania, Bélgica, España, Francia, Grecia, Italia, Países Bajos, Portugal y Rumanía), pero ahora, conocidos ya dichos aranceles, ha informado de que ya ha iniciado la producción de coches Leapmotor en su planta de Tichy (Polonia), donde los costes de producción se situán entre 400 y 500 euros por vehículo, según la firma financiera Jefferies, similares a los de China y muy inferiores a los de Italia (unos 1.000 euros). Además, tampoco hay que perder de vista que entre los accionistas de Stellantis está el grupo chino Dongfeng, en concreto con una participación del 1,5%.