El pasado jueves, el Congreso de los Diputados dio luz verde al timo del tope ibérico, pese a la abstención de Vox y PP y el voto en contra de Foro Asturias y Nueva Canarias, tras el ‘ok’ definitivo de la Comisión Europea. El fuerte lobby que han ejercido Francesco Starace, vicepresidente de Endesa y CEO de Enel (energética italiana que es dueña del 70% de Endesa), e Ignacio S. Galán, presidente y CEO de Iberdrola, no ha triunfado, porque el tope ibérico ha salido adelante: el Gobierno Sánchez se ha conformado con esta chapuza temporal, que supondrá una rebaja mínima del precio de la luz, en lugar de optar por una reducción de los costes de la factura eléctrica… que no habría necesitado permiso de la UE.
El timo del tope ibérico es una chapuza porque ha requerido demasiados esfuerzos para los pocos frutos que va a dar. Primero fue necesario que un Consejo Europeo reconociera que la Península Ibérica es una isla energética por su mínimo nivel de interconexiones y después un arduo trabajo junto a Portugal y unas largas negociaciones en Bruselas. A finales de abril, se llegó a un acuerdo junto al vecino luso con la Comisión Europea, los gobiernos de los dos países ibéricos aprobaron la medida el pasado 13 de mayo, pero aún tenía pendiente recibir el ‘ok’ definitivo de Bruselas, que llegó en la tarde del pasado 8 de junio. Así, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó un día después que en España entraría en vigor el día 14, pudiendo así usarse en la casación del mercado diario de electricidad el día 15, y que estará vigente hasta el 31 de mayo de 2023; y el pleno del Congreso de los Diputados aprobó la convalidación del real-decreto ley de la citada ‘excepción ibérica’.
España y Portugal no han esperado a que desde Europa se haga la reforma del mercado mayorista que es necesaria, pero nuestro país podría haber optado por reducir los costes de la factura eléctrica… que no habría necesitado permiso de la UE: por ejemplo, de los costes extrapeninsulares, que abonan todos los clientes
¿Y para este viaje hacían falta tantas alforjas? Sin duda, la respuesta es que no y también ha habido mucha demagogia populista. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, afirmó que en paralelo al “excepcional” e “innovador” mecanismo de la ‘excepción ibérica’ hay que “pensar reformas estructurales”: en concreto, habló de reducir la dependencia de los combustibles fósiles y celebró que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había apoyado una reforma de la regulación del mercado hace unos días en el Parlamento Europeo. ¿Entonces, por qué España y Portugal no han esperado a que desde Europa se haga dicha reforma del mercado mayorista (también denominado marginalista), que es necesaria? Quizá para tener algo de relevancia dentro de la Unión Europea, donde pintan bastante poco. Aunque, sin duda, en el caso de España, se podría haber optado por reducir los costes de la factura eléctrica… que no habría necesitado permiso de la UE: por ejemplo, de los costes extrapeninsulares, que abonan todos los clientes.
El timo del tope ibérico es una medida temporal, que sólo durará hasta el 31 de mayo del año que viene. ¿Y después? ¡Preparen los bolsillos! Asimismo, se trata de una cosa mínima no sólo porque se pone en marcha únicamente en dos países, sino porque sólo afectará a la luz que ahora se genera con gas (es decir, al 20% del total), la cual será la única que se pague al precio de este hidrocarburo. Esto va en línea con la propuesta que hizo el presidente y CEO de Naturgy, Francisco Reynés, al Gobierno en la reunión con las grandes eléctricas, y que cabreó a Galán: es decir, que cada energía se cobre en el ‘pool’ según su coste real. Una revolución que también perjudicaría a Naturgy, porque tiene bastante gas, pero que sería justa. El resto de la luz que ahora se genera con otras energías (el 80% del total) ya no podrá aprovecharse del alto precio del gas y cobrarse a este precio, por lo que bajarán las ganancias de las empresas con fuerte presencia en las energías hidráulica, nuclear y renovables: por tanto, Iberdrola y Endesa serán las grandes perjudicadas, seguidas de las compañías dedicadas a las energías renovables que tanto gustan a Ribera. Es decir, se pondrá fin al lucro cesante que han tenido aprovechando el alto precio del gas.
El 80% de los productores de luz ya no podrán aprovecharse del alto precio del gas y cobrarse a este precio. Iberdrola y Endesa serán las grandes perjudicadas, seguidas de las compañías dedicadas a las energías renovables que tanto gustan a Ribera
Otro aspecto a destacar es que el tope ibérico supone irrumpir en un mercado y en este caso las consecuencias son tremendas (negativas para unos y positivas para otros) dado el corto y limitado impacto que tendrá. Y es que supondrá una rebaja mínima, sólo del 15-20%, según el Gobierno, aunque el PP barajaba cálculos que hablaban del 10% y fuentes del sector también dudan de la estimación gubernamental, mientras el Banco de España ha estimado que rebajará un 17% la tarifa regulada (la PVPC) y restará aproximadamente cinco décimas a la tasa de inflación media de este año, en su informe trimestral. Además, se puede beneficiar a empresas extranjeras: desde el PP, Guillermo Mariscal, ya refirió que “los consumidores subvencionarán con 1.400 millones a empresas francesas y portuguesas”.
Eso sí, fuentes del sector han apuntado que no tiene por qué haber déficit de tarifa… siempre y cuando no se dispare el precio del gas. Eso sí, no hay que olvidar que hay que compensar a los generadores del gas que entra en el ‘pool’ y que tendrán el precio topado: estas subvenciones ascenderán a 3.600 millones en un principio que pagarán “todos los consumidores (industriales y domésticos)”, como recordó Mariscal. Eso sí, advirtió que esa cifra es con el precio del gas hoy, pero por cada 10 euros que tenga de incremento este hidrocarburo, dicha subvención costará 1.500 millones más. ¡Olé!