Este miércoles, la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, en particular y el Gobierno Sánchez en general, han recibido un buen tirón de orejas de parte de la CEOE y de la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles. Y es que les han pedido “un marco estable”, certidumbre y apoyo porque los ecocombustibles son imprescindibles para descarbonizar muchos sectores, ya que electrificar no es la única solución.
En línea con lo que el presidente y CEO de Iberdrola, Ignacio S. Galán, se atrevió a señalar en el Foro de Davos, provocando una ruptura total con el Gobierno, el secretario general de la CEOE, José Alberto González-Ruiz, ha referido la “urgencia de contar con un marco estable porque cuanto más se retrase la transición, más se retrasará la reducción de emisiones y alcanzar la neutralidad climática”. Asimismo, ha destacado que “el sector del automóvil enfrente una situación difícil por la escasez de chips y la confusión e incertidumbre de cual elegir”, por lo que muchos usuarios optan por mantener su coche o adquirir uno de segunda mano.
El secretario General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Raül Blanco, defiende la neutralidad tecnológica: “serán necesarias todas las tecnologías para alcanzar la neutralidad climática en 2050”, porque debemos “reducir emisiones teniendo en cuenta la industria y el mantenimiento del empleo”
González-Ruiz ha ido más allá que su jefe, el presidente de la patronal empresarial, Antonio Garamendi, que, sorprendentemente, sí se ha atrevido a señalar que con las metas a 2030 y 2050 “se nos han olvidado los objetivos 20-20-20”, que entre otros aspectos, incluían que en 2020 el 20% del PIB viniera de la industria. Al hilo de la industria, de la que muchas veces Ribera se olvida, pues sólo le importa electrificar y las energías renovables (sobre todo fotovoltaica y eólica), el secretario General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Raül Blanco, ha señalado que “desde el Ministerio (el de Industria, Comercio y Turismo, el cual dirige Reyes Maroto) siempre hemos defendido la neutralidad tecnológica”, pues “serán necesarias todas las tecnologías para alcanzar la neutralidad climática en 2050”, porque debemos “reducir emisiones teniendo en cuenta la industria y el mantenimiento del empleo”; en línea con lo que se defiende desde Repsol, por ejemplo, entre otras muchas compañías.
Uno de los socios de la citada Plataforma, Francisco Aranda, presidente de UNO -la Organización Empresarial de Logística y Transporte- ha señalado que “no nos gusta la economía intervenida, dirigida, que diga qué energías utilizar, nos gusta la competencia”. “Seamos serios porque estamos en plena crisis y pedimos visión realista”, ha continuado, refiriendo que “cada vez que oigo hablar de medio ambiente me agarro la cartera”, en alusión a los impuestos y los costes que conlleva. Por ello, ha subrayado que “hay que empezar por la sostenibilidad económica, porque sino no hay sostenibilidad social ni sostenibilidad ambiental”.
“Cada vez que oigo hablar de medio ambiente me agarro la cartera”, refiere Aranda, en alusión a los impuestos y los costes que conlleva. Por ello, subraya que “hay que empezar por la sostenibilidad económica, porque sino no hay sostenibilidad social ni sostenibilidad ambiental”
Luis Cabra, presidente de FuelsEurope, ha apostado por la “complementariedad de soluciones” (electrificar más motores de combustión interna más ecocombustibles). Considera que “el coche eléctrico tardará en reducir emisiones porque tardará en sustituir todo el parque, mientras que los ecocombustibles pueden facilitar el camino a la electrificación”, además tiene en cuenta el elevado número de vehículos que duermen en la calle, donde sería difícil que tuviera un punto de recarga cada uno, y que “la infraestructura de recarga no está preparada”. Por su parte, Alejandro Ripoll, presidente de la Agrupación Española de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles (Aevecar), ha referido que hoy “parece una utopía que un ciudadano de clase media compre un coche eléctrico, pero con los ecocombustibles se ayudaría a descarbonizar la flota, ayudando a familias y empresas”, además, “las estaciones de servicio ya están preparadas” para estos combustibles que reducen las emisiones.
Juan Antonio Carrillo de Albornoz, presidente de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), ha destacado que el sector petrolero español es “puntero en desarrollo industrial, creación de empleo de calidad y en generar riqueza en los entornos industriales”. Asimismo, ha apuntado que los ecocombustibles refuerzan “la independencia económica al usar materias primas de origen nacional”, los cuales pueden provenir de residuos agrícolas, “introduciendo así la agricultura en su cadena de valor y logrando dinamización de la España rural”, o bien pueden proceder de otro tipo de residuos. Mientras que Salvador Guillén, director de la Asociación de Terminales Líquidos (Atliq), ha preferido poner el acento en que “el desarrollo de ecocombustibles es importante no sólo para la independencia energética sino también para la seguridad de suministro”, dos temas que han cobrado gran relevancia desde la invasión rusa de Ucrania y el inicio de la guerra en este país.
“El coche eléctrico tardará en reducir emisiones porque tardará en sustituir todo el parque, mientras los ecocombustibles pueden facilitar el camino a la electrificación”, además refuerzan la independencia económica y la seguridad de suministro
Y todo esto en un día en que, tras el cuarto aniversario de la llegada del Sanchismo a La Moncloa, se siguen sumando muestras de su desastre económico (la OCDE rebaja las previsiones para España, cuyo PIB crece menos que el de la UE y la eurozona) y del pitorreo que está suponiendo su ‘generosa’ política de subvenciones. ¡Ole!