La semana empieza con dos tirones de orejas para Teresa Ribera. Por un lado, la clasificación de España como uno de los países europeos menos preparados para la transición, y por otro, una crítica por la falta de agilidad burocrática.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico presume de una gran apuesta por las renovables, pero desde fuera de nuestras fronteras no es oro todo lo que reluce y no se ven las cosas de la misma forma. Un informe de la Asociación de Energía Renovable y Tecnología Limpia de Reino Unido (REA) patrocinado por la firma de gestión energética Eaton ha situado a España, junto a Italia, a la cola de Europa en grado de preparación para la transición, según recoge El Economista. De esta forma, nuestro país se coloca lejos de los más preparados (Noruega, Suecia, Finlandia) y de los que se sitúan en un término medio (Reino Unido, Alemania, Francia y Suiza).
La Asociación de Energía Renovable y Tecnología Limpia de Reino Unido (REA) refiere que es imprescindible un marco regulatorio estable y la necesidad de acelerar en la utilización de sistemas de almacenamiento de baterías
La REA también señala que, pese a la gran proporción de producción renovable, en España los mercados para recursos de flexibilidad muestran un desarrollo escaso. Y ojo, advierte que para favorecerlo es imprescindible un marco regulatorio estable y también refiere más en concreto la necesidad de acelerar en la utilización de sistemas de almacenamiento de baterías, los cuales contribuirían a dotar de estabilidad al sistema y depender menos del tiempo.
Paralelamente, EDP Renovables (EDPR), la joya de la corona de la energética lusa EDP (dueña del 74,98%), ha anunciado su primer proyecto en Grecia (un parque eólico) y que invertirá 2.000 millones de euros en España, aunque le gustaría que esta cifra fuera superior, según ha señalado Miguel Stilwell, consejero delegado de EDP y de EDPR a El Economista. Recuerden que la energética lusa está controlada por los chinos (China Three Gorges -CTG- tiene el 19,03%) y le siguen los fondos BlackRock, con el 7,38%; Oppidum Capital, que está participado por la familia Masaveu y Liberbank, con un 7,2% y Norges Bank, entre otros.
El primer ejecutivo de EDP y de EDPR ha señalado que el aumento de las inversiones en nuestro país depende de la evolución y de las próximas subastas de renovables, al mismo tiempo que ha criticado la poca agilidad burocrática. Al hilo de esto último, conviene recordar que la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier) llevará al Gobierno a los tribunales si decide ampliar los plazos para los permisos de acceso a las renovables, donde están en juego 40.000 millones en inversiones, como ya informó El Economista la semana pasada.