Lenovo no levanta cabeza y ganó 191 millones de dólares (unos 175 millones de euros) en su primer trimestre fiscal (abril-junio), agudizando así la caída registrada en su último ejercicio. Las ventas alcanzaron los 12.900 millones de dólares (11.830 millones de euros), esto es, un 24% menos que un año antes, debido a la caída de la demanda de ordenadores personales.
De hecho, ese fue el segmento de negocio que más sufrió -ordenadores y móviles-, con una caída del 28% de los ingresos, que no superaron los 10.260 millones de dólares (en euros, unos 9.400 millones). El negocio de infraestructuras también retrocedió (-8,2%, hasta 1.914 millones de dólares), mientras que la división de soluciones y servicios aumentó sus ventas un 17,6%, hasta los 1.713 millones de dólares (1.570 millones de euros).
En este contexto no muy positivo, el grupo anunció que invertirá 1.000 millones de dólares adicionales durante los próximos tres años, en inteligencia artificial. Hasta entonces, la compañía confía en recuperar las buenas sensaciones durante el segundo semestre del año. Ya veremos.