El presidente del BBVA viajó este martes a Barcelona para defender la OPA sobre el Sabadell, en un encuentro organizado por Esade, apenas 24 horas después de que César González-Bueno y Peio Belausteguigoitia se vieran las caras en Madrid, en un debate en el que el CEO del Sabadell argumentó de manera amplia el rechazo a la oferta.

Torres no lo tuvo fácil. Entre los asistentes estuvieron Joan Corominas, hijo de Joan Corominas, presidente del Sabadell entre 1976 y 1999, y Joan Llonch, exvicepresidente del banco y miembro de unas familias fundadoras de la entidad. Ambos dos intervinieron y, como se pueden imaginar, no precisamente a favor de la OPA.

Entre las cuestiones planteadas, una hipotética mejora de la oferta, algo que Torres volvió a negar, para luego lanzar una amenaza a los accionistas del Sabadell: “Qué pasa con el valor de sus acciones si la oferta falla”. El presidente del BBVA recordó que cuando se presentó la oferta la prima era del 29%, porcentaje que se elevaba al 50% sobre la media de cotización de los tres meses anteriores. Según él, el hecho de que esa prima se haya reducido hasta el 2% es lo habitual en este tipo de operaciones.

Por supuesto, la operación no pone en riesgo ni la competencia ni el crédito a empresas y pymes.

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El tamaño fue otro de los argumentos esgrimidos por Torres y que más convence a los fondos, que prefieren bancos grandes, ‘too big to fail’. Llonch no piensa igual y puso como ejemplo a Bankinter, un banco pequeño y, sin embargo, muy rentable. “El Sabadell puede seguir siendo un banco muy pequeño porque está muy especializado”, afirmó. En cualquier caso, según Llonch, la mayoría de los minoritarios no acudirán a la OPA, en caso de que se autorice, porque son accionistas de toda la vida y su sentimiento de pertenencia va más allá de los números. Vale, pero los fondos no lo tienen y su decisión será clave.