Toyota sube en bolsa un 4,78% al elevar las previsiones de su presente ejercicio fiscal, después de duplicar el beneficio entre abril y diciembre (periodo que corresponde a los nueve primeros meses de su ejercicio, el cual cerrará el próximo marzo). O sea, tiene margen para producir en España a lo grande y no sólo vender coches, devolviendo parte de lo que obtiene de ser la marca más vendida.
El fabricante automovilístico japonés (dueño de la marca que le da nombre, la premium Lexus, y las filiales Daihatsu e Hino -camiones, autobuses y vehículos comerciales-) ha aumentado un 24% sus ingresos, hasta 214.194 millones de euros; y el beneficio neto se ha duplicado, alcanzando el récord de 24,688 millones. En todo esto ha contribuido el incremento de ventas en un 9,7%, a 7,295 millones de unidades, gracias a la mayor demanda y al fin de la crisis de semiconductores. Además, ha mejorado el beneficio operativo también por los esfuerzos de recorte de costes para compensar el encarecimiento de materiales.
Entre los 7,295 millones de coches vendidos, el 35,9% han sido electrificados. Eso sí, cabe destacar que la gran apuesta de Toyota son los híbridos: más de 2,64 millones de unidades entre abril y diciembre, un 37,9% más que hace un año. Además, también apuesta por hidrógeno y combustibles sintéticos, porque defiende varias tecnologías y no sólo coches eléctricos.
Hace unos días, se conoció que Toyota se mantiene imbatible como número uno en ventas en el mundo por cuarto año consecutivo (11,23 millones de unidades en 2023). Ahora, tras los resultados, pese a que no incluyen las recientes irregularidades en Daihatsu y en una empresa de componentes que han obligado a parar parte de la producción en Japón y la distribución de varios modelos, ha elevado la previsión de beneficio neto para el conjunto del año fiscal hasta los 28.188 millones, lo que sería un 83,6% más que el ejercicio anterior y un nuevo récord.
A la vista de todo esto, el fabricante automovilístico japonés es más optimista que el estadounidense Tesla (centrado sólo en coches eléctricos) y tiene margen para optar por producir a lo grande en nuestro país y crear empleo industrial. Hasta ahora, lidera el mercado y como a la mayoría de marcas asiáticas, les gusta vender aquí, pero no producir, eso sí, lo hace con una mínima excepción indirecta: su furgoneta Proace City se fabrica en una de las plantas que el grupo franco-italoestadounidense Stellantis tiene en España, concretamente en la de Vigo.