España se está convirtiendo bajo el sanchismo en un país de vagos subsidiados y de burocracia insufrible. Pues bien, ahora el ministro José Luis Escrivá, cómo no, acaba de lanzar una nueva norma, que puede tener consecuencias desastrosas a la hora de disparar las bajas laborales, uno de los principal problemas de la economía real española. O mejor, no las bajas, sino el abuso de la incapacidad temporal. Corremos el riesgo próximo de convertirnos en un país de vagos.

En España se abusa de las bajas temporales. Pues bien, ahora el ministro José Luis Escrivá acaba de ponerlo más fácil al empleado perezoso. El trabajador ya no tendrá que pasar el parte de baja a la empresa, sino que el empresario debe solicitarlo a la gestora correspondiente o a la mutua. A eso se le llama planificar el trabajo en pos de eficiencia. 

Hasta ahora el trabajador tenía que entregar el parte de baja antes de transcurridos tres días desde la firma del médico. A partir de ahora se suprimirá esa obligación. Según el Ministerio de Seguridad Social esto será bueno para la empresa: ¿por qué?

Y pasando del huevo al fuero, podemos toparnos con la cuestión de fondo: como no se restrinjan las bajas 'psicológicas', es decir, por depresión, la incapacidad temporal se convertirá en rutina. Un plano inclinado siempre en bajada libre. 

Sí, el Sanchismo está haciendo un país de vagos y listillos.