Los tres presidentes de los tres grandes bancos españoles (Santander, BBVA y Caixabank) han vuelto a hablar con Pedro Sánchez, es decir, han vuelto a La Moncloa. Tras un periodo de estudiada lejanía, que se alargó hasta después de la investidura de Sánchez tras el 23-J, han aprendido: han vuelto a acercarse y las tres instituciones y los máximos responsables de esos tres grandes bancos han pasado por Moncloa. E incluso, en sus charlas con el presidente, uno de ellos ha expresado cercanía y empatía. Hablo del presidente del BBVA, Carlos Torres, siempre aconsejado en estos menesteres por su cuñado, el CEO de Atresmedia, Javier Bardají.
Los otros dos bancos, Santander y Caixabank, simplemente se han resignado a la entente formal, como Ana Botín. En el caso de Caixabank, el primer banco en España, el papel se lo reparten el presidente, José Ignacio Goirigolzarri, y el CEO, Gonzalo Gortázar, pero también hay que contar enlas relaciones institucionales de Caixabank, y mucho, con el representante del principal accionista, la Fundación Caixa, es decir, con Isidro Fainé.
Los tres grandes bancos españoles se han rendido a la inmoralidad woke del Gobierno -aunque sólo Torres lo hace con cierto entusiasmo- así como a los chantajes de Cataluña y Euskadi al resto de España. O sea, se han rendido al Sanchismo
En cualquier caso, el cambio consiste en que los tres grandes bancos, Santander, BBVA y Caixabank vuelven a hablar con Sánchez, tras los desplantes que el 'progresista' Pedro les lleva haciendo a los bancos, a los que ha utilizado como remoquete electoral: el banquero es el artífice de todos los males. Es más, los banqueros respondieron aliándose con empresarios, sobre todo con los más agredidos por el Gobierno, como el presidente de Mercadona, Juan Roig o con el Iberdrola, Ignacio Galán. Así se revolvieron, poquito, contra el Sanchismo podemita, ahora sumarita. Es más, no lo hicieron a cara descubierta, sino que utilizaron la técnica de parapetarse tras el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, pero este no ha dado la talla ni en sus mejores momentos y, en cualquier caso, lo que ha ocurrido es que los banqueros españoles se han plegado a La Moncloa.
Entiéndase: los tres grandes bancos están desesperados porque pasan los meses y el aprendiz de tirano y anti-liberal Sánchez no se despeña. Soñaban en julio con un triunfo de Feijóo y no ocurrió. Ahora contemplan cómo un Pedro Sánchez al que todo le importa una higa, no se desmorona ni con Koldo.
Carlos Torres es el más próximo ideológicamente a La Moncloa. Botín y Goirigolzarri menos, pero no se atreven a apoyar al PP de Feijóo. Los tres han tenido que aceptar a Sánchez, ninguno acepta a Yolanda... aunque son lo mismo
Así, los tres grandes bancos han vuelto a sus objetivos económicos. Los tres le piden lo mismo al Gobierno: que los fondos europeos vayan a las empresas, no a las ONG. Acertada petición dado que el PSOE y Podemos han creado una economía subvencionada, insostenible, pues si no se crea riqueza tampoco habrá riqueza para repartir si no es a través de los impuestos que están asfixiando a la clase media española, desindustrializando el país y hacer del emprendimiento un deporte de alto riesgo. Y todo ello financiado con deuda pública que no amenaza con convertirse en insostenible porque ya es insostenible.
Los banqueros, al igual que todo economista con dos dedos de frente, recuerden que no se puede pagar las pensiones con deuda y que los perritos no pueden sustituir a los hijos porque las mascotas son muy monas pero no nos pagan la pensión.
Y perded toda esperanza: los tres grandes bancos se han rendido a la inmoralidad woke del Sanchismo, con toda su retahila de barbaridades y salvajadas, pero sólo el presidente del BBVA, Carlos Torres, lo hace con entusiasmo. Y también se rinden a los chantajes de Cataluña y Euskadi. Y mira que el chantaje de Puigdemont a Sánchez está alcanzado niveles insospechados en toda la historia democrática española.
Es verdad que Carlos Torres es el banquero más próximo ideológicamente a La Moncloa. Botín y Goirigolzarri menos, y la presidente del Santander ha dado marcha atrás en unos planteamiento feministas que hace apenas dos años resultaban... chocantes. Pero ninguno de los tres grandes bancos se atreve a apoyar al PP de Feijóo. Los tres han tenido que aceptar a Sánchez, aunque eso sí, ninguno acepta a Yolanda.
Una postura que parece firme pero es inconsecuente, porque lo cierto es que Pedro y Yolanda son una misma cosa e igualmente ególatra: sólo que la una lo dice de forma bastante cursi- y el otro lo hace de forma autoritaria, Pero, aceptémoslo, los dos comparten una egolatría sin límites.