Pedro Sánchez, cómo no, decidió adelantarse a la Unión Europea y a finales del pasado mayo, reconoció a Palestina como Estado soberano. Ahora, casi tres meses después, llega una nueva sorpresa, porque Catar, sí el país financiador de la organización terrorista Hamás, ha pedido controlar Iberdrola. Eso son palabras mayores… y no precisamente positivas porque se trata de una empresa de un sector tan estratégico como el energético, el más estratégico de todos junto al de Defensa.

Como saben, QIA es el fondo soberano catarí y desde hace tiempo es el primer accionista de la eléctrica que dirige nuetro gran ‘patriota’ Ignacio S. Galán, a quien España ya se le ha quedado pequeña. Ahora su patria es el mundo mundial. En concreto, QIA controla un 8,694% del capital de Iberdrola; seguido del fondo de inversión estadounidense y colonizador del Ibex 35, BlackRock, con un 5,39%; y Norges Bank, el gestor del fondo soberano de Noruega, tiene un 3,116%.

Hay un gran blanqueamiento de los petrodólares en Occidente, y en especial, en España, donde se ha puesto pocas trabas para que Catar, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí estén entre los principales accionistas de múltiples compañías, incluidas las de carácter estratégico

El deseo de Catar de elevar su participación en la eléctrica con sede en Bilbao y sus conversaciones con el Gobierno para lograrlo, según Expansión, suponen una muestra más del blanqueamiento que los petrodólares tienen en Occidente, y en especial, en España. Así se ha visto, por ejemplo, con las pocas trabas que se ha puesto para que Catar, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí estén entre los principales accionistas de múltiples compañías de nuestro país, a pesar de que muchas de ellas tengan carácter estratégico (se trata de compañías energéticas, telecos...). Mientras, el Gobierno Sánchez se ha puesto demasiado digno y ha vetado la OPA del grupo Ganz-Mavag sobre Talgo por cuestiones de seguridad nacional… a pesar de que Hungría es uno de los 27 Estados miembros de la Unión Europea, y todo porque está dirigido por el ‘ultra’ Viktor Orban.

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Todo esto se conoce justo cuando este viernes tiene lugar la ‘Reunión de Madrid: por la aplicación de los dos Estados’ en Moncloa, ¡qué casualidad! España ha pedido a la comunidad internacional que actúe si Israel y Hamás no alcanzan un alto el fuego. Catar es uno de los negociadores en el actual conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás, que empezó con el brutal ataque que este último provocó el pasado 7 de octubre. Insistimos, Catar es financiador de Hamás… y financió el ataque del 7 de octubre de 2023, y conviene recordar que en octubre de 2012, el entonces emir de Catar, Hamad bin Jalifa al Thani, fue el primer gobernante que visitó la Franja de Gaza desde que Hamás se hiciera con el territorio palestino en 2007.

En junio de 2013, Hamad bin Jalifa al Thani (72 años actualmente) decidió abdicar en uno de sus hijos, en concreto, en Tamim bin Hamad Al Thani (44 años),… y este último ha sido recibido con honores cuando ha visitado España. Por ejemplo, así se vio en mayo de 2022, cuando le rindieron pleitesía Sánchez, el rey Felipe VI… y hasta Galán, que escribió un artículo en ABC hablando de “amistad” y presume de fortalecer su “alianza estratégica”. Y más recientemente, el 21 de junio, cuando Sánchez se reunió con el primer ministro y titular de Exteriores catarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, pero no quiso recibir al presidente argentino, Javier Milei, en su segundo viaje “personal” a España. Ya saben, Milei es otro ‘ultra’ como Orban… Y por supuesto, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, también se reunió con su homólogo catarí y refirió que “hoy la política exterior de España está total y exclusivamente centrada en nuestros amigos cataríes y en esa extraordinaria relación que estamos consiguiendo”.

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Conviene recordar que Catar no sólo está presente en nuestro país en Iberdrola, sino en muchas otras empresas. Controla el 25,1% del holding aéreo IAG, a través de la aerolínea Qatar Airways. También está presente en el accionariado de la socimi Colonial, donde ocupaba el primer puesto (tenía el 19%)… hasta que se conoció la entrada de Criteria Caixa con un 17,3% a través de una ampliación de capital, por lo que QIA ha pasado al segundo lugar con un 16,3%. Los cataríes también están en el capital de los grandes almacenes El Corte Inglés (ECI), donde por un crédito llegaron a tener un 11,07% y ahora sólo poseen un 5,54%; y en el del grupo mediático PRISA (y el portavoz privado de Sánchez, pues el público es RTVE), donde su participación es del 4,918%; y además, son dueños del equipo francés PSG (del que se han ido Kylian Mbappé y sus “valores” para llegar al Real Madrid) y del Málaga Club de Fútbol

Los fondos estadounidenses, musulmanes y asiáticos colonizan España, mientras el Gobierno les extiende la alfombra roja, como se pudo ver hace dos meses con las visitas de Larry Fink, cofundador y CEO de BlackRock; y de miembros de los gobiernos de China, Catar y Arabia Saudí. Por ejemplo, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, recibió al titular de Inversiones de Arabia saudí, Khaled al Faleh, en su Ministerio y, al parecer, éste también se reunió con la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, aunque ni en la agenda de Moncloa ni en su perfil en X hubo pruebas de ello. Asimismo, Khaled al Faleh se instaló en el madrileño Hotel Mandarin Oriental Ritz para recibir a distintos directivos españoles de Iberdrola, Repsol, FCC, Acciona y Airbus, entre otros, meses después de haber entrado en el capital de Telefónica. Y por si esto no bastara, el ministro Albares ofreció un almuerzo al ministro de Relaciones Exteriores saudí, Príncipe Faisal bin Abdullah bin Faisal bin Farhan Al Saud, en su Ministerio. Lo dicho,todo un señor feudal, inspeccionando sus colonias. En el caso de Telefónica, su presidente, José María Álvarez-Pallete, ha señalado que los árabes de STC (que compraron el 4,9% del capital en acciones directas y un 5% en derivados financieros) “hasta la fecha no han manifestado ni han pedido nada nuevo”. Es decir, no han dicho nada un año después y tampoco han pedido permiso al Gobierno para llegar al 10% del capital ni para solicitar un puesto en el Consejo de Administración, un órgano que, según Pallete, “está bien”. 

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Tras hablar de Catar y Arabia Saudí no hay que olvidar a Emiratos Árabes Unidos (EAU). Empecemos por la mejor noticia: menos mal que Criteria Caixa rompió con la emiratí Taqa, que no sólo quería entrar en Naturgy, sino también controlarla. El holding inversor que preside Isidro Fainé y que tiene como CEO a Ángel Simón rompió las negociaciones después de que Emiratos, ¡con el memorándum ya firmado!, quisiera introducir modificaciones que le permitieran superar el 50% de la energética que dirige Francisco Reynés; y en la ruptura del acuerdo tuvo mucho que ver el fondo de inversión australiano IFM que tanto defendió Ribera cuando lanzó su OPA para entrar en Naturgy hace unos años (operación que fracasó y sólo le permitió convertirse en el cuarto accionista de la energética). 

Taqa está controlada por la petrolera estatal de EAU y petrolera nacional de Abu Dabi (Adnoc) y Mubadala. Este último es el fondo soberano de Abu Dabi, es dueño del 61,5% de Cepsa y se ha hecho con el 49% del principal negocio de Tubacex. Asimismo, Masdar, empresa estatal de energía renovable emiratí que es propiedad de Taqa, también ha querido entrar en la burbuja especulativa con las renovables que no para de crecer en nuestro país y no sólo ha comprado el 49,99% de las plantas fotovoltaicas operativas que Endesa tenía aquí, sino que está más cerca de ser el nuevo dueño de Saeta Yield

Menos mal que Criteria Caixa rompió con la emiratí Taqa, que no sólo quería entrar en Naturgy, sino también controlarla

Al hilo de todas estas inversiones desde países del Golfo Pérsico, cabe insistir en que a ninguna se le han puesto pegas... pese a tratarse de muchas empresas estratégicas y que se usan petrodólares para hacer economía verde. Y eso que aún está vigente el escudo antiOPAS que se lanzó en la época de la pandemia del Covid para controlar las inversiones extranjeras: desde entonces, el Gobierno debe autorizar las que se produzcan en compañías nacionales estratégicas cotizadas y superen el 10% del capital, o el 5% en el caso de que estén relacionadas con la defensa nacional; así como las que sean superiores a los 500 millones de euros en las empresas no cotizadas. 

Dejando a un lado España, cabe recordad que Catar también ha invertido en los bancos Barclays, Credit Suisse (ahora propiedad de UBS) y Deutsche Bank, el grupo automovilístico Volkswagen, el grupo industrial Lagardère, la petrolera ShellAvangrid -filial de EEUU de Iberdrola... que ahora esta última quiere controlar al 100%-, Hochtief -la filial alemana de ACS-, la cadena de supermercados Sainsbury’s, la sociedad propietaria del edificio Empire State de Nueva York, y HAL -gestor del aeropuerto de Heathrow del que Ferrovial ha dejado de ser su primer accionista-. Por si esto no bastara, Catar es propietario de los grandes almacenes Harrods y del World Padel Tour (WPT) -el circuito mundial de pádel profesional-, y además, acogió el Mundial de Fútbol de 2022 (cuyos estadios se construyeron con mano de obra esclava... y hubo miles de muertos, pero nadie dijo nada). Y no se puede olvidar que Catar tiene la tercera mayor reserva de gas del mundo y que está haciendo un jugoso negocio como uno de los sustitutos de gas maldecido de Rusia desde que estalló la guerra de Ucrania el 24 de febrero de 2022. 

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Y no se puede perder de vista a Iberdrola, que sigue teniendo una elevadísima deuda (45.153 millones al cierre del pasado junio). Eso sí, Galán continúa haciendo brindis al sol y en una reciente reunión con más de 300 directivos y trabajadores ha referido que tiene oportunidades de inversión de 100.000 millones de euros. Es positivo tener tantas oportunidades, pero ¿con qué dinero?, ¿a costa de más y más deuda? Y por cierto, todo esto cuando Galán se acaba de desdecir... y tras criticar a las petroleras, ha ampliado su alianza con BP para hacer la mayor planta de hidrógeno verde, con ayudas públicas, naturalmente,... y sin decir cuánto invertirá en dicho proyecto.