En The Walt Disney Company no están las cosas para muchas celebraciones tras sus últimos resultados, y eso que este año celebra sus 100 años de historia. Y es que la ultra-progresía por la que ha apostado en contenidos le está saliendo cara, aún no ha logrado la rentabilidad en streaming y ha perdido usuarios en Disney+. Pero, una vez más, pagarán los de siempre: ha anunciado 7.000 despidos, lo que supone el 3,6% de su plantilla.
El gigante de ocio y entretenimiento se une así a una oleada de recortes de empleo en muchas empresas, principalmente en las tecnológicas: Google, Amazon, Meta -matriz de Facebook-, Microsoft, Salesforce, IBM, SAP, Spotify, Paypal, Snapchat, Philips, Match Group -dueña de las apps más famosas para ligar-, Dell, eBay y Zoom. Claro que también se están sumando otras industrias: la automovilística Ford, el grupo 3M, la química Dow Chemical (-2.000) o la juguetera Hasbro (-1.000). Y la lista, tristemente, parece que va a seguir creciendo.
El hecho de que el mayor recorte de costes se haga en contenidos no es baladí, porque no se puede olvidar que ya no son inocentes y se han convertido en un medio de adoctrinamiento de niños (o “corrupción de menores”, como refiere Santiago Abascal, líder de Vox), a través del movimiento woke, la ideología de género y el ateísmo, principalmente
Disney ha anunciado despidos porque quiere reducir costes por 5.500 millones de dólares (unos 4.643 millones de euros), de los que 3.000 millones de dólares (2.786 millones de euros) corresponderán a contenidos, excepto los deportivos, y los otros 2.500 millones de dólares (2.321 millones de euros) restantes se acometerán en gastos de marketing, mano de obra y tecnología, entre otros aspectos. Y por cierto, el hecho de que el mayor recorte de costes se haga en contenidos no es baladí, porque no se puede olvidar que ya no son inocentes y se han convertido en un medio de adoctrinamiento de niños (o “corrupción de menores”, como refiere Santiago Abascal, líder de Vox): ahora impulsa el movimiento woke, enseñando que los blancos son malos y el Black Lives Matter; sin dejar de lado los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM) que se resumen en ideología de género (feminismo y homosexualismo -llegó a reconocer que tiene una agenda LGTBI-) y ateísmo (mucho panteísmo y nada de Dios, incluso se da protagonismo al demonio).
Unos despidos para reducir costes que la factoría de Mickey Mouse ha decidido, a pesar de que el beneficio neto (+16%) y los ingresos (+8%) han crecido en su primer trimestre fiscal (octubre a diciembre de 2022), respecto al mismo periodo de hace un año. En concreto, ha ganado 1.193 millones de euros y ha tenido una facturación de unos 21.830 millones, pero preocupa que el beneficio operativo -principal indicador que mide la rentabilidad de una empresa- haya descendido en un 7%, a 2.825 millones. Y además de los despidos anunciados ante los analistas por Bob Iger, que fue rescatado como CEO hace unos meses, tras el cese fulminante de Bob Chapek (quien ha sido muy bien indemnizado), se quieren reestructurar los negocios en tres segmentos: parques, experiencias y productos; entretenimiento; y contenidos deportivos (los cuales opera a través del canal de pago ESPN y de su plataforma de streaming ESPN+, y que no sufrirán recorte de costes).
Disney ha ganado 1.193 millones de euros (+16%) y ha facturado 21.830 millones (+8%), pero preocupa que el beneficio operativo haya descendido en un 7%, hasta 2.825 millones
Entre octubre y diciembre, el negocio mediático y de entretenimiento aportó más de la mitad de la facturación de Disney, en concreto 13.719 millones (+1%), pero tuvo unas pérdidas operativas de 9,28 millones frente al beneficio operativo de 750,19 millones que obtuvo hace un año. Dentro de este negocio se incluye el streaming, que facturó 4.921 millones y tuvo unas pérdidas operativas de 1.021 millones, confirmándose la ralentización que pronosticó Chapek al cierre del año fiscal 2022, y sobre todo han sido por culpa de las de Disney+, que también perdió 2,4 millones de suscriptores (algo que a Netflix le pasó también hace meses), mientras que en sus otras plataformas de streaming, como ESPN+ y Hulu, sumó 600.000 y 800.000 abonados, respectivamente. Por su parte, en el negocio de parques temáticos, experiencias y productos, Disney facturó 8.705 millones (+21%) y logró ganancias operativas de 2834,6 millones, superiores a las de hace un año.
Con los despidos, Iger espera lograr rentabilidad en el negocio de streaming, veremos si lo logra o no. Además, no ha sido el único cambio en la cúpula de la multinacional con sede en Burbank (California, EEUU): la lesbiana Susan E. Arnold dejó la presidencia en manos de Mark Parker, quien seguirá siendo presidente ejecutivo de Nike pero deberá buscar al sucesor de Iger y ‘luchar’ con el crítico inversor Nelson Peltz en Disney, además de lidiar con el fin de los privilegios en Florida, estado que gobierna el republicano Ron DeSantis y donde “vivirá bajo las mismas leyes que todos los demás”.