Decíamos que el coche eléctrico (en concreto, sus altos costes de producción, su baja demanda y la fuerte competencia de China) ha acabado provocando una crisis en el conjunto del sector del automóvil en todo el mundo. Un contexto del que no escapa España y que ha llevado a que Europa tomara medidas imponiendo aranceles a la importación de coches eléctricos chinos y a que surjan alianzas, pero la gran pregunta si se dará también un oligopolio.
La semana pasada se conoció que Nissan y Honda negocian una posible fusión… y el lunes 23 se ha confirmado oficialmente. Se trata del tercer y el segundo fabricante de vehículos, respectivamente, en Japón, por lo que en caso de unirse darían lugar a un gran fabricante de automóviles nipón. Eso sí, no lograrían desbancar a su compatriota Toyota, que recuperó el trono mundial de ventas en 2020 (tras tres años -2017, 2018 y 2019- en los que lideró el alemán Volkswagen) y lo mantiene desde entonces, sino que se situarían en el tercer escalón del podio mundial.
En caso de darse la unión entre Nissan y Honda sería el mayor movimiento en el sector desde la fusión entre el francés PSA y el italo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles (FCA) que dio lugar a Stellantis en enero de 2021. Ante la noticia, la reacción de los implicados en bolsa fue un tanto desigual: la cotización de Nissan se disparó un 24% y la de Renault (dueño de un 36% del capital de Nissan) subió un 5%, mientras que la de Honda bajó un 3%.
Se rumorea una fusión para diseñar, fabricar y vender vehículos eléctricos bajo una misma marca, debido al contexto de creciente competencia, sobre todo de los fabricantes chinos (BYD, MG, ) y del estadounidense Tesla
Una operación para la que se han ido dando pasos meses atrás que ahora cobran mucho sentido. El pasado marzo, Honda y Nissan anunciaron que habían empezado conversaciones para aliarse y ser fuertes en coche eléctrico, creando una alianza en en producción de componentes y software para eléctricos, así como cooperar en otras áreas de investigación y desarrollo. Meses más tarde, en agosto, profundizaron los lazos y pactaron trabajar juntos en baterías, ejes eléctricos y otras tecnologías. Ahora se rumorea una fusión para diseñar, fabricar y vender vehículos eléctricos bajo una misma marca, debido al contexto de creciente competencia, sobre todo de los fabricantes chinos (BYD, MG, Chery, etc.) y del estadounidense Tesla. Oficialmente, los dos grupos automovilísticos nipones citados han referido que están explorando varias vías de colaboración futura, aprovechando las fortalezas de cada uno,… y así también enfrentarían el interés que la empresa taiwanesa Hon Hai Precision Industry -más conocida como Foxconn y especializada en fabricar productos y componentes electrónicos- había mostrado por Nissan, un interés que ahora ha quedado en pausa, según Bloomberg, pero que podrían retomar si los grupos japoneses no llegan a un acuerdo. Eso sí, los dos grupos japoneses ya han reconocido oficialmente que están negociando una fusión.
A la operación podría unirse el también nipón Mitsubishi, de la que Nissan posee, por ahora, el 34% del capital, aunque a principios de noviembre anunció que reducirá su porcentaje vendiendo acciones representativas aproximadamente de un 10%, por lo que se quedaría con un 24%. Esta decisión se tomó tras los malos resultados de Nissan en su primer semestre fiscal, cuando se hundió el beneficio neto un 93,5%,… y también se anunciaron 9.000 despidos (7% de la plantilla) y una reducción de la producción en un 20%. Asimismo, su presidente y CEO, Makoto Uchida, decidió renunciar voluntariamente al 50% de su salario a partir del pasado noviembre y también tendrán recortes de sueldo el resto de miembros del comité ejecutivo.
El que fuera presidente de Renault, Nissan y de la alianza automovilística que ambos grupos tienen con Mitsubishi, Carlos Ghosn, ha vuelto a salir a la palestra. En concreto, para afirmar que las conversaciones sobre un acuerdo con Honda indican que Nissan está en ‘modo pánico’ y que cree que el Gobierno japonés está presionando a Honda, según informa Bloomberg.
En paralelo, tras el despido del portugués Carlos Tavares como CEO de Stellantis (al parecer, por “diferencias” con el Consejo de Administración), surgieron rumores sobre una posible operación del grupo con el francés Renault y el alemán BMW. Es más, hasta se llegó a mencionar que el italiano Luca de Meo, actual CEO de Renault, era el favorito para ser el relevo de Tavares; pero también hay otros candidatos, como: el italiano Jean-Philippe Imparato, director de operaciones de Stellantis para Europa; el italiano Antonio Filosa, director de operaciones de Stellantis en Norteamérica; y el francés Olivier François, director de Marketing de Stellantis y CEO de las marcas Fiat Automobile y DS Automobiles. Recuerden que Stellantis está presidido por John Elkann (48 años), tataranieto de Giovanni Agnelli (quien fundó la empresa automovilística italiana Fiat junto a otros empresarios del Piamonte) y representante de la familia Agnelli, que es la primera accionista -a través del vehículo de inversión Exor-, con un 14%. Además, Exor es el principal accionista de Ferrari, CNH Industrial e Iveco.
Y por supuesto, continúan los ajustes. El sindicato alemán IG Metall ha referido que han alcanzado un acuerdo con Volkswagen para evitar el cierre de plantas y despidos masivos. Sin embargo, el grupo automovilístico mantiene que sigue planeando eliminar más de 35.000 empleos hasta 2030. Asimismo, se recortarán bonificaciones a los empleados y pagos de participaciones sobre beneficios, y habrá ajustes en la producción de algunas fábricas y traslados de algunos modelos a otras plantas de Alemania.
Y no hay que olvidar que el sector del automóvil no escapa a la colonización económica de Occidente que ejercen varios países del Golfo Pérsico.