Desde este martes Unicaja cotiza en el IBEX 35 y lo ha hecho con una subida inicial superior al 2%, pero que se ha ido mitigando a lo largo de la jornada. Los expertos dirán que el entusiasmo ya estaba descontado, y es cierto: desde que se anunció su incorporación al índice, la cotización se ha revalorizado cerca de un 12%, pero también lo es que Unicaja sigue cotizando un 5,5% por debajo de los 1,1 euros por título con los que salió a bolsa hace cinco años y medio.

En cualquier caso, el salto de Unicaja al IBEX supone una victoria para Manuel Menéndez en su lucha por el poder dentro de la entidad, como adelantamos en Hispanidad. En junio de 2023 se producirán dos cambios importantes: el presidente ejecutivo, Manuel Azuaga, cederá todas sus competencias ejecutivas, que serán asumidas íntegramente por el CEO. Será el momento en el que Menéndez podrá sacar la carta del IBEX.

Un nombramiento, el del nuevo CEO, sobre el que tendrán mucho que decir los cuatro nuevos consejeros elegidos por la Fundación Unicaja, que preside José Manuel Dominguez, para sustituir a los ‘disidentes’, señalados por no seguir las indicaciones de la Fundación y revertir la ecuación de canje (60-40) pactada en la fusión.

Hablamos de Natalia Sánchez, vicepresidenta ejecutiva y secretaria general de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), de Juan Antonio Izaguirre, inspector del Banco de España y profesor jubilado de Contabilidad de la Universidad Autónoma de Madrid, de José Ramón Sánchez, profesor en la Universidad de Málaga y experto en contabilidad financiera, y de Miguel González Moreno, catedrático jubilado y economista.

Sustituirán al dimitido Juan Fraile y a los otros tres que aún permanecen como consejeros de Unicaja: Petra Mateos, Teresa Sáez y Manuel Muela.