No queda prácticamente nadie del equipo directivo de Liberbank, en la Unicaja post-fusión, empezando por el consejero delegado, el asturiano Manuel Menéndez, que intentó acelerar la sucesión y asumir él todo el poder en la entidad. Eso es agua pasada y ahora toca mirar hacia delante.
El CEO, Isidro Rubiales, acaba de perfilar su equipo -salvo algún fleco pendiente- y únicamente queda pendiente la figura del presidente no ejecutivo del Consejo de Administración. El mejor candidato es, sin duda, Pepe Sevilla, ex consejero delegado de Bankia, aunque no es consejero de la entidad.
Otro candidato fue Antonio Carrascosa, como adelantó Hispanidad, en realidad candidato de Luis de Guindos para presidir Unicaja. Efectivamente, el vicepresidente del BCE quería que fuese Carrascosa, pero no contaba con el apoyo de José Manuel Domínguez, presidente de la Fundación Unicaja, propietaria del 30,2% del capital del banco.
Entonces, ¿quién está ligado a Guindos, Carrascosa o Sevilla? Los dos. La vinculación con Carrascosa se remonta a PwC y la de Sevilla, a Bankia, cuando era consejero delegado de la antigua caja de ahorros y se convirtió en interlocutor del entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, que prefería hablar con él antes que con el presidente, José Ignacio Goirigolzarri (hoy presidente de Caixabank, tras la fusión con Bankia).
En cualquier caso, Sevilla es el mejor candidato para suceder a Manuel Azuaga. Es un hombre tranquilo, no le montará líos ni a Domínguez ni a Rubiales y, además, mantiene muy buenas relaciones con el BCE, detalle no menor en un momento en el que la regulación y la supervisión han alcanzado niveles inéditos hasta ahora. Ya lo hizo en Bankia y no le costaría nada hacerlo como presidente no ejecutivo de Unicaja.
El único 'pero' es que no es consejero, pero es no es ningún problema. Actualmente continúa la vacante tras la salida del consejero del fondo Oceanwood y, en cualquier caso, habría otra vacante tras la salida de Azuaga.