El veto de la Unión Europea a los coches de combustión (gasolina y diésel) a partir de 2035 es “una estafa en toda regla”, según ha señalado un exingeniero de Renault en una entrevista en Twitter. Y de esto se ha hecho eco Hermann Tertsch, uno de los eurodiputados de Vox, como ejemplo de las estafas que incluye la Agenda 2030.
“Los vehículos de combustión, incluso los anteriores a los años 90, emiten menos emisiones que los actuales […]. Hacer un motor eléctrico contamina 800.000 veces más”, ha afirmado el citado exingeniero de emisiones de Renault. Al hilo de esto, cabe recordar que Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, ha defendido hace poco más de dos meses que el impulso a la sostenibilidad debe incluir también a los vehículos de combustibles: “Debemos ayudar a que se renueve el parque con vehículos de gasolina o diésel que emitan menos contaminantes, pues los eléctricos solo están al acceso de los más ricos”.
Las estafas de la Agenda2030 https://t.co/agrI5dJDEa
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) May 12, 2023
Unas semanas después, el propio presidente de Repsol, Antonio Brufau, defendió los coches de combustión que la UE vetará a partir de 2035, señalando que “emiten mucho menos en todo su ciclo de vida que los eléctricos”. Y en este tema no hay que olvidar que en más de una ocasión, por ejemplo, en septiembre de 2020, Imaz reclamó que se midan las emisiones netas de CO2 desde el origen (en el caso de los coches, desde la batería hasta el tubo de escape), es decir, en todo su ciclo de vida completo.
El citado exingeniero de Renault considera que “los combustibles sintéticos van a ser el futuro”. Es decir, los denominados e-fuels, que se fabrican a través de hidrógeno verde y CO2 capturado, y se consideran climáticamente neutrales porque sólo emiten el CO2 capturado previamente. Eso sí, serán el futuro si se avanza en el hidrógeno y se “baja el poder detonante, que es bastante alto”, ha explicado el exingeniero, que “funcionaría en cualquier motor de diésel o gasolina”, sólo necesitaría la instalación de un depósito pequeño que cuesta unos 20 euros, y ha añadido que pruebas que hicieron llegan hasta 1.800 kilómetros.
Hace casi mes y medio, Imaz subrayó que “los biocombustibles avanzados y los combustibles sintéticos emiten en toda su cadena de valor menos que el coche eléctrico”, insistiendo en la necesidad de mirar la foto completa de emisiones durante todo el ciclo de vida y recordando que “los sectores del acero y del cemento chinos emiten más que toda Europa”
Imaz celebró que la Comisión Europea “ha sido consciente del grave error que suponía eliminar el coche de combustión” y haya cedido al permitir la venta de coches que usen combustibles sintéticos (que son neutros en carbono) en 2035. “Me alegro de que el Gobierno alemán e italiano hayan estado defendiendo esto, me hubiera gustado ver también al Gobierno español”, lamentó, añadiendo que nuestro país “es el segundo fabricante europeo de coches”, tras Alemania. También reiteró que “estamos haciendo una movilidad sólo para ricos”, pero esta debe ser diversa y “necesitamos todas las tecnologías disponibles para alcanzar el objetivo de reducir las emisiones de CO2”. Por último, el CEO de Repsol subrayó que “los biocombustibles avanzados (a base de residuos, pero que incomprensiblemente vetará Bruselas) y los combustibles sintéticos emiten en toda su cadena de valor menos que el coche eléctrico”, insistiendo en la necesidad de mirar la foto completa de emisiones durante todo el ciclo de vida y recordando que “los sectores del acero y del cemento chinos emiten más que toda Europa”.
Y por cierto, los eléctricos duran bastante menos que los de combustión y tienen problemas, entre ellos, las baterías van perdiendo autonomía a medida que pasan los años y también baja mucho la autonomía con las bajas temperaturas, como destacó el mecánico y perito judicial Ángel Gaitán hace unos meses en ‘El programa de Ana Rosa’. A él mismo le explotaron varias baterías en su taller durante la borrasca Filomenta y los bomberos tuvieron dificultades para sofocar el incendio. Además, no se puede olvidar que aún hay que resolver un tema muy relevante: el reciclaje de las baterías.