Vía Kutxabank, el PNV construye el gran fabricante español de trenes sumando Talgo y CAF. Eso sí, llevará tiempo y se hará por partes. Es decir, a través de la entrada de Kutxabank en Talgo, pues el banco que preside Antón Arriola ya es el segundo accionista de CAF (tras sus propios trabajadores, que son dueños del 24,973%) y no hay que olvidar que dicho banco es, a día de hoy, el más importante instrumento financiero del Partido Nacionalista Vasco (PNV).
El diputado general de Álava, Ramiro González, ha barrido para su provincia, lógicamente. Y es que ha pedido que Sidenor y Talgo lleguen a un acuerdo que garantice el futuro de la planta de Rivabellosa, situada en Álava y que tiene casi 700 empleados directos; y también ha aplaudido que la Fundación Vital “se implique” en la operación, según informa El Correo, además de Moncloa y el Gobierno vasco. Vital es la más pequeña de las tres fundaciones bancarias que son accionistas de Kutxabank , junto a la vizcaína BBK y a la donostiarra Kutxa.
En el entretanto, Trilantic es otro fondo de inversión que sólo busca sacar más dinero: acaba de rechazar la oferta de Sidenor por su 29,9% del capital a cambio de 148 millones de euros... y quiere más. Asimismo, no hay que olvidar que la cotización ya acumula una depreciación del 21% en lo que va de año. La siderúrgica que preside el ingeniero bilbaíno José Antonio Jainaga lleva semanas negociando con Talgo su entrada en el capital. Sin embargo, su primera oferta a un precio de 4 euros por acción no ha gustado a Trilantic, pues a pesar de que incluye una prima sobre la cotización, se queda lejos de los 5 euros por acción que ofreció hace unos meses el consorcio húngaro Ganz-Mavag a cambio del 100% de Talgo. Recuerden que la oferta húngara fue vetada por el Gobierno Sánchez, aludiendo a un informe del CNI (donde al parecer los espías alertaban de la conexión rusa) y la decisión fue aplaudida por Bruselas.
Aún no se sabe si Sidenor elevará su oferta... No hay que perder de vista que al hilo de Talgo, el ministro Óscar Puente insistió la semana pasada en el intervencionismo empresarial que tanto gusta al Sanchismo, pero lo llamó “acompañar”. De hecho, están buscando “una nueva composición accionarial que le dé también estabilidad de futuro” y para ello, la entrada de la SEPI “es una posibilidad”. Asimismo, el Gobierno vasco podría participar a través de Finkatuz y en el esfuerzo financiero podrían contribuir las fundaciones bancarias BBK, Kutxa y Vital (accionistas y dueñas de Kutxabank).
Veremos en qué acaba todo, pero en gran medida depende de contentar al fondo Trilantic. Y por cierto, no se puede perder de vista que a final de año termina el pacto parasocial que tiene con la familia Oriol y con la familia Abelló a través de la sociedad Pegaso Transportation International (dueña del 40% de Talgo), por lo que los tres accionistas ya podrían tomar sus decisiones en solitario.
Y no olviden que los resultados de Talgo en los nueve primeros meses no han sido del todo buenos: es verdad que ha tenido mayores ingresos, pero menos resultado bruto de explotación (ebitda) y menos beneficio neto. Además, después de que no saliera bien la apuesta del Gobierno Sánchez de recurrir al fabricante de trenes checo Skoda (que propuso una oferta de fusión) y a su matriz, PPF Group, para que pusiera dinero, fuentes consultadas por la Agencia EFE han vuelto a barajar la opción del fabricante de trenes polaco Pesa, con el que Talgo firmó un memorando de entendimiento hace dos meses para colaborar en la expansión de la red ferroviaria de alta velocidad de Polonia. Ya saben que, como dice el refrán español, hasta el rabo, todo es toro.