Visita -martes 24- de la presidenta de la Asociación Española de Banca, Alejandra Kindelán, a la sede de Banca Pueyo, en Villanueva de la Serena (Badajoz), para conmemorar los 133 años de historia de la entidad. El encuentro, que ha pasado desapercibido para los grandes medios de ámbito nacional, como se pueden imaginar, ha tenido una gran trascendencia en Villanueva, tal y como lo relata el diario Hoy.
Kindelán, que proviene del Santander, que es de todo menos pequeño, ha elogiado su labor, concentrada principalmente en el ámbito rural. “Todo lo que ha pasado en más de 130 años: guerras, pandemias, las crisis económicas más profundas en distintas épocas… y aquí sigue Banca Pueyo, que no ha cerrado oficinas, sino que sigue abriendo”, afirmó.
No solo eso, la entidad, que cuenta con 124 oficinas y unos 300 empleados, no ha descuidado ni la digitalización ni la atención a los clientes más analógicos. “Sois capaces de estar presentes en poblaciones donde hay mucha población mayor con una atención personal, pero también sabéis combinarlo con la banca digital para la gente joven”, señaló Kindelán.
“Es un reconocimiento por parte de toda la banca española a la labor que nosotros venimos haciendo en nuestros 133 años que estamos cumpliendo de historia”, respondió Javier del Pueyo, cuarta generación de la familia Pueyo, que defendió la presencia de las entidades financieras en la España vaciada. “Qué mínimo que no desaparezca una farmacia y una oficina bancaria”, afirmó.
Efectivamente, estamos hablando de una de las entidades más pequeñas de España, pero con un desempeño sólido y un beneficio de 6,2 millones de euros en el primer semestre de 2022, en línea con los 12,6 millones que ganó en el año 2021.