Vodafone España ha anunciado este miércoles el inicio de un procedimiento de despido colectivo que afectará a un máximo de 515 empleados, el 12% de la plantilla, que actualmente es de 4.285 personas. El ajuste afectará, principalmente, a las áreas comerciales, aunque la empresa aún no ha concretado si supondrá el cierre de tiendas.
Sea como fuere, la dirección justifica la medida como “un paso esencial para afrontar las desafiantes condiciones del competitivo mercado español”, afirma el comunicado.
Un sector muy marcado por el ‘low cost’, que acelera la digitalización para impulsar la competitividad y asegurar la viabilidad del negocio. Esa transformación es la que llevará a Vodafone España a crear empleo neto en el plazo de un año, según la empresa. En esa línea, la empresa anunció en mayo la apertura del Centro de Excelencia de I+D+i que la multinacional abrirá en Málaga y que contará con más de 600 empleados especializados.
Eso está muy bien, aunque, de momento, esa transformación va a suponer la salida de 515 empleados, que se suman a los 1.000 que dejaron la compañía en el ERE de 2019.