Lo más significativo del último ejercicio fiscal de Vodafone España, cerrado el 31 de marzo, es el cambio de tendencia registrado entre enero y marzo de este año y que se concreta en los ingresos por servicio, que alcanzaron los 875 millones de euros, un 3,7% menos que en el mismo periodo de 2022, pero 5 puntos porcentuales mejor que el dato registrado en el trimestre anterior, cerrado en diciembre.
Al final, el total de los ingresos por servicio fue de 3.514 millones de euros, un 5,4% menos que el ejercicio anterior, debido principalmente a la guerra de tarifas en el low cost y a la pérdida de clientes. El Ebitda, por su parte, alcanzó los 947 millones, un 1,1% por debajo del obtenido doce meses antes debido a la caída de ingresos por servicio y al aumento de los costes de la energía. El margen Ebitda, eso sí, aumentó un 1,3% respecto al ejercicio anterior.
El nuevo CEO de la compañía, Mário Vaz, deberá consolidar el cambio de tendencia observado en el último trimestre y volver al crecimiento, también del número de clientes. Vodafone España cerró el mes de marzo con 11,1 millones de clientes de móvil, 36.000 clientes menos y después de desconectar 123.000 SIM’s temporales de empresas proporcionadas a escuelas y universidades durante la pandemia, con 2,9 millones de clientes de banda ancha (121.000 menos) y con1,5 millones de clientes de televisión (56.000 menos).
Donde sí creció, y de manera significativa, fue en el segmento de internet de las cosas (IoT), con un millón de líneas activas nuevas, hasta las 5 millones. Vodafone España tiene una cuota de mercado en este negocio de alrededor del 40%. Por cierto, también sumó clientes (200.000) en su marca low cost Lowi.
En cuanto al Grupo, que disparó el beneficio hasta los 11.838 millones, pero fue por la venta de Vantage Towers -el Ebitda se redujo un 3,6%- lo más destacable fue el anuncio del ajuste de plantilla: 11.000 trabajadores menos (12% de la plantilla) en los próximos tres años. Aún es pronto para saber si afectará también a España, aunque conviene recordar que ya realizó un ERE en 2021 que supuso la salida de algo más de 500 empleados, el 12% de la plantilla.
Lo que sí ha anunciado la nueva consejera delegada del Grupo, Margherita Della Valle, es una revisión de la estrategia en España, revisión que tendrá que llevar a cabo el también nuevo consejero delegado en nuestro país, Mário Vaz, que asumió el cargo el pasado 1 de abril. Vaz llega, por tanto, en un momento crucial para la filial que, desde enero, ha pasado a formar parte del llamado Europe Cluster, junto a otras filiales como la de Irlanda, Portugal, Holanda, República Checa, Grecia, Turquía, Rumanía, Egipto y Albania, bajo el mandato de Serpil Timuray, al que reportará Vaz.
"Nuestra evolución no ha sido suficientemente buena. Vodafone debe cambiar y mis prioridades son los clientes, la simplificación y el crecimiento", afirmó Della Valle, para quien España es un mercado "muy difícil que no tiene un rápido arreglo".