Vodafone España obtuvo unos resultados flojos en su primer semestre fiscal, cerrado el 30 de septiembre, con unos ingresos por servicio de 1.782 millones de euros, un 4,5% inferiores a los del mismo periodo del ejercicio anterior. Los ingresos totales se redujeron un 6%, hasta 1.965 millones, “por la agresividad del mercado y por la reducción de venta de terminales”, según el comunicado remitido este martes por la teleco. En esta ocasión, la compañía ni siquiera pudo agarrarse a la venta de terminales para, al menos, igualar la facturación del ejercicio anterior.
A pesar de esta caída, la filial que dirige Colman Deegan logró estabilizar el Ebitda (0,2%), que alcanzó los 445,9 millones de euros, gracias a la contención de costes y a una resolución judicial favorable en materia impositiva. El margen Ebitda aumentó un 1,4%, hasta el 22,6%, comparado con el mismo periodo del anterior ejercicio.
En cuanto a la actividad comercial, disminuyeron los clientes de banda ancha (-40.000) -a pesar de reducir el churn un 4,8%- y televisión (-10.000), y aumentaron los de contrato móvil (+97.000) y los de la marca low cost del grupo, Lowi (+152.000), que ya tiene 1,7 millones de clientes.
Los resultados del grupo tampoco fueron buenos, con un retroceso del Ebitdaal (Ebitda tras arrendamientos) del 2,6% por la caída del negocio en Alemania y el impacto negativo de un litigio judicial en Italia.