El grupo Volkswagen ha empezado bastante bien el año, con “sólidos resultados financieros durante el primer trimestre, a pesar de un entorno global difícil”, como presume. De hecho, ha duplicado el beneficio neto y ha mantenido los ingresos, pese a las menores ventas; ha confirmado sus perspectivas para 2022; y uno de los aspectos más positivos ha sido que Seat ha iniciado la vuelta a la rentabilidad y prevé volver a números negros este año.
El grupo automovilístico alemán ha ganado 6.555 millones de euros hasta marzo, el doble que hace un año; ha logrado un resultado operativo de 8.323 millones (+73%) y ha elevado su margen operativo, pasando del 7,7% al 13,3%. Todo ello, con una cifra de negocios de 62.742 millones (+0,6%), pese a menores ventas (1,99 millones de unidades, frente a las 2,33 millones del primer trimestre de 2021). Y en estas dos últimas magnitudes financieras destacan las aportaciones de la marca insignia, pero algo menores a las de hace un año: la marca de turismos Volkswagen Passengers Cars ha tenido unos ingresos de 14.879 millones y unas ventas de 537.000 unidades, y su CEO, el alemán Ralf Brandstätter, ha destacado que la “mejora sostenible en la eficiencia económica nos brinda una base sólida para nuestra transformación acelerada hacia una movilidad libre de emisiones y totalmente interconectada”. Por su parte, el CEO del grupo Volkswagen, el alemán Herbert Diess, ha subrayado que “nuestro grupo ha mostrado gran resistencia de nuevo en el primer trimestre pese a retos sin precedentes en el mundo debido a la terrible guerra en Ucrania y a que se mantiene la pandemia con su impacto en las cadenas de suministro”, así como la crisis de chips que sigue afectando al sector automovilístico en todo el mundo.
La filial española ha optimizado costes fijos e ingresos, lo que ha repercutido en el beneficio operativo, pese a menor facturación (-15,6%) y 50.000 unidades menos vendidas
Dentro del gigante automovilístico alemán, conviene destacar a Seat, que por fin ha vuelto a dar alguna alegría: tras las pérdidas de 2021, ha iniciado la vuelta a la rentabilidad en el primer trimestre de este año, registrando un beneficio operativo de 5 millones, frente al negativo de 36 millones de hace un año, y prevé regresar este año a beneficios. La filial española con sede en Martorell (Barcelona) ha logrado dicha cifra por la optimización de costes fijos e ingresos (en los que ha influido la marca premium Cupra, y más concretamente la alta demanda del Cupra Formentor y la buena acogida del Cupra Born). Y todo ello, a pesar de que Seat ha tenido una facturación de 2.404 millones, un 15,6% inferior, debido a las menores ventas: ha pasado de 157.000 unidades a 107.000.
Paralelamente, el grupo Volkswagen y Seat, que lideran el proyecto ‘Future: Fast Forward’, lo han registrado al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para el Vehículo Eléctrico y Conectado. Un proyecto que está compuesto por 62 empresas (el 61% son pymes) de 11 comunidades autónomas, lo que representa la mayor agrupación empresarial de la historia de la automoción en España, y que tiene la ambición de convertir a España en un hub del vehículo eléctrico en Europa. Si la resolución del PERTE es positiva, electrificarán las fábricas de Martorell y Navarra, localizarán una gigafactoría de baterías en Sagunto y la cadena de valor completa de la batería en nuestro país, y construirán un ecosistema eléctrico junto con sus socios.
Todo esto último está muy bien, pero conviene tener en cuenta que el coche eléctrico no se está implantando en España tan rápido, principalmente por su elevado coste y la insuficiente infraestructura de puntos de recarga. De hecho, tras registrarse unas ventas de 23.957 turismos electrificados (100% eléctricos e híbridos enchufables -tienen una batería grande que se recarga por el motor de combustión y también mediante un enchufe-) hasta abril, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) ha estimado que se cerraría el año con casi 72.000 y no se alcanzaría el hito de 120.000 para cumplir el objetivo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) -tres millones en 2030-. Al hilo del coche eléctrico, el CEO de Merlin Properties, Ismael Clemente, ha señalado en la Junta de Accionistas, que en los nuevos edificios por cada 40 plazas de aparcamiento tiene que haber un punto de recarga, pero ha advertido que si esto y el resto del despliegue de dicha infraestructura no se hace con cabeza, se sumiría España en un apagón.