Volkswagen ha vuelto a chantajear a España, pero no tiene razones a la vista de los resultados de los nueve primeros meses. Y es que no sólo ha ganado un 12,8% más, sino que ha elevado el beneficio operativo un 22% y ha ingresado más, a pesar de menores ventas.
El grupo automovilístico alemán ha seguido pisando el acelerador, como se vio en el primer semestre, y ha obtenido un beneficio neto de 12.253 millones hasta septiembre, lo que supone un 12,8% más que hace un año, pese a un ligero tropiezo en el tercer trimestre (ganó 1.957 millones, un 29% menos). Por su parte, el beneficio operativo en los nueve primeros meses ha crecido un 22,5%, a 17.097 millones, y el margen operativo sobre las ventas ha ascendido al 8,6%, gracias al aumento de las de vehículos premium, los deportivos y los de lujo, y a que ha acelerado la recuperación en China.
La facturación se ha situado en 202.997 millones, un 8,8% superior a la de hace un año, con aumentos en producción (+4,9%), pero menores ventas (6,24 millones de unidades, un 3,4% menos). Unas cifras en las que ha influido la política de precios y el avance en la reducción de costes, compensando el impacto de la suspensión en Rusia y de los costes de la salida a bolsa de Porsche, que debutó hace un mes con subidas, aunque también se ha anotado un impacto extraordinario de 1.900 millones al abandonar Argo AI, la sociedad que había creado junto a Ford para desarrollar conjuntamente la conducción autónoma.
El grupo automovilístico alemán tiene entre sus filiales a la española Seat, que vuelve a dar buenas noticias: ha logrado un resultado operativo de 234 millones, 393 millones superior al negativo de hace un año, sin contar los gastos extraordinarios, gracias al éxito de su marca ‘premium’ Cupra pues ha vendido un 25% menos de coches por la crisis de chips. Y contando dichos gastos, la cifra ha sido de -10 millones, un 94% mejor que la de -153 millones obtenida hace un año.