Sorprendido estoy por el artículo de un gran analista económico, como es Federico Steinberg, del Instituto Elcano, publicado en Expansión el pasado martes 4, bajo el título "EEUU podría causar más disrupciones financieras".
La tesis de Steinberg es que Estados Unidos puede aproximarse al 'default' o impago de su deuda pública -el bono USA es la principal referencia en el mundo- y en eso anda cargado de razón. La descripción del problema es exacta pero lo que me desconcierta es la solución propuesta: que los radicales republicanos acepten modificar el techo de deuda -es decir, un límite para el gasto público, fautor de la deuda- o, aún peor, que simplemente elimine tan "anacrónico" instrumento.
Pues yo diría que, más que radicales, los congresistas republicanos que intentan que los demócratas controlen la emisión de deuda y, con ello, el gasto público que lo origina, más que radicales resultan sensatos.
Y esto se complementa con lo de Jamie Dimon, presidente y CEO de JP Morgan Chase, un hombre que si la ministra Ione Belarra pudiera entender a qué se dedica, sí que podría, y debería, calificarle como un capitalista despiadado.
¿Y si Estados Unidos no tuviera dinero para pagar su bono? Provocaría una crisis global
Dimon asegura justo lo contrario de lo que es: dice que estamos ante una crisis bancaria, y que la culpa la tienen los bancos centrales por elevar el absurdo precio del dinero (en negativo) y por drenar un poquito, menos de lo que deberían, el océano de liquidez en el que vivimos cada día.
Dimon dirige el JP Morgan Chase, que cada hora tiene más de Morgan y menos de Chase. Es decir, que cada vez es más banco de inversión y menos banca doméstica.
Porque claro, elevar el precio del dinero beneficia a la banca que cumple un papel social es decir, la banca al por menor, porque aumenta el margen, mientras perjudica a la banca al por mayor, dedicada a especular con deudas ajenas, preferentemente con la deuda pública. Que un banquero se queje por la subida de tipos, cundo lo que provoca esa subida es un aumento de sus márgenes, no tiene lógica. Lo que ocurre es que son banqueros de la banca de inversión o que tienden a ella, por lo que y su éxito dependen de otras cosas. Por ejemplo, de intermediar con una deuda pública de evolución imprevisible. Por eso cayo SVB y -caso distintos pe¡ro con el mismo origen- por eso cayó Credit Suisse: excesivo endeudamiento. No estamos en crisis bancaria, estamos en crisis de deuda.
En definitiva, o entendemos lo que nos pasa o no sabremos lo que nos va a pasar. Los culpable de la crisis de duda que viene no son los banqueros centrales sino los políticos irresponsables que en todo Occidente llevan 50 años apoltronándose en el poder a costa de aumentos las prestaciones sociales y de esquilmar a impuestos a la mayoría social, a la clase media... no para pagar los gastos de hoy sino para pagar los intereses de la deuda de ayer.
Estamos en una crisis de deuda pública porque hemos emitido demasiada deuda pública. Hasta aquí el diagnóstico. La terapia es igual de sencilla: emitamos menos deuda y no gastemos más de lo que ingresamos. Es decir, actúa como cualquier madre de familia sensata.
Biden continúa endeudándose pero los culpables son los republicanos por no romper el techo de deuda (de gasto), previamente acordado
No estamos en una crisis bancaria, estamos en una crisis, y peligrosa, de deuda. Los culpables no son los banqueros, ni los centrales ni los particulares. Los culpables son los políticos emisores de deuda y, en menor medida, las grandes empresas que sólo trabajan con recurso ajenos.
Y ahora resulta que la deuda pública de Estados Unidos se dispara y asusta al mundo. Ya ha superado el precitado techo, fijado en los 30 billones de dólares. Este es el problema y no la posibilidad de una crisis bancaria, aunque que Jamie Dimon diga lo contrario..
Ahora piensen en lo que ocurriría, y puede suceder, si un buen día, Estados Unidos no tuviera dinero para pagar su bono. Pues que provocaría una crisis global. Esto es lo que se empieza a temer en los mercados. Nadie piensa que sea probable pero cada día son más los que lo consideran posible.
Y a todo esto, Biden continúa endeudándose alegremente... pero los culpables no son los republicanos 'radiales' que le niegan las prórrogas del techo de deuda. El culpable es él, que, exactamente igual que Pedro Sánchez y que la mayoría los líderes europeos, pretenden mantenerse en el poder dejando que nuestros hijos hereden un deuda inasumible.
¿existe un riesgo próximo de 'default' del Tesoro norteamericano? No, pero podría haberlo. Y eso supondría una recesión global.