Seat, Telefónica, Mapfre... la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha reunido con tres grandes empresas en día y medio... y vendrán más. Algo que en principio sería parte de la 'normalidad democrática' y de las funciones de un Ministro de Trabajo y más si hablamos de la incansable y trabajadora Yoli, pero que se sale de la norma en tanto en cuanto en los cuatro años que lleva en el cargo no lo ha hecho.
Yolanda ha tenido muy claro su papel estos años: sus 'yolandadas' se han sucedido legislatura tras legislatura y el denominador común siempre ha sido el mismo: cargar contra la empresa, la patronal y el empresario. Abanderada de los derechos del trabajador ha olvidado que, como Ministra de Trabajo, no se puede ejercer mirando siempre al mismo lado y demonizando continuamente el otro.
El asunto ha ido demasiado lejos, lo dejaba claro el Presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que al finalizar su discurso basado en una crítica absoluta al Gobierno ha contado con el aplauso de todos los empresarios presentes en el auditorio, que incluso poniéndose de pie han mostrado su rechazo absoluto a la manera de gobernar de la Ejecutiva y del Ministerio de Yolanda.
La reducción de la jornada ha sido la gota que ha colmado el vaso, pero en todos estos años han sido muchas las 'ideas chulísimas' que Yoli ha aprobado sin el consenso con la patronal. Llegados a esta situación, la ministra ha decidido recular y mostrarse más amable y cercana a las empresas reuniéndose con toda compañía que estén dispuestas a acudir a la llamada. Ella nunca se equivoca, pero igual ha metido la pata con eso de aprobar lo que quiera y acusar a la empresa de malvada.
El primero fue Seat, hoy ha sido el turno de Telefónica y Mapfre, y la idea es que en los próximos días la lista aumente: necesita a las empresas y a los empresarios.