Nueva reunión, y ya no se sabe cuantas van, del Ministerio de Trabajo y Economía Social, los sindicatos y la patronal para llegar a un 'acuerdo' para reducir la jornada laboral sin bajar salarios. 

Relacionado

El secretario de Estado de Trabajo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, ha precisado que la reunión ha sido "constructiva", por lo que ya no encuentra ninguna "objeción de calado" por la que no sea posible llegar a un acuerdo que incluya a todas las partes. Y la ministra trabajadora, Yolanda Díaz, ha sido más optimista: "Hay avances en esa mesa, fue una reunión muy larga, muy intensa y constructiva. Avanzamos en la negociación". 

Detrás de estos avances se esconde la nueva táctica de peloteo de Yoli: así el Ministerio se ha abierto a la posibilidad de incorporar paulatinamente la jornada laboral de 37,5 horas, dando plazos más flexibles a lo largo de 2025. Además aclaran que la flexibilidad también puede incluir "más permisos adicionales o más vacaciones" u otro tipo de medidas. Por otro lado, están dispuestos a incluir la posibilidad de distribuir irregularmente el tiempo de trabajo. 

Yolanda se ha dado cuenta, tras varios años como ministra, que necesita a las empresas y a los empresarios. Ha basado el desempeño de su cargo en ser abanderada de los derechos del trabajador, y ha olvidado que, como Ministra de Trabajo, no se puede ejercer mirando siempre al mismo lado y demonizando continuamente el otro. Y ahora da marcha atrás.

Relacionado

Ante este movimiento, CCOO y UGT han respondido, puesto que lo ven un paso atrás, y han amenazado con llevar a cabo movilizaciones en septiembre -ya saben que el verano no se toca- si no se producen avances significativos en la próxima reunión: "La patronal tiene que elegir en qué siglo quiere vivir, si quiere vivir en el SXX o en el SXXI, tiene que elegir en qué equipo quiere estar", ha insistido el vicesecretario general de Política Sindical, Fernando Luján.

"El movimiento se demuestra andando, somos flexibles con las transitoriedades, pero no estamos dispuestos a aplazar medidas", sentenciaba al tiempo que reconocía que esperaba no tener que llegar al punto de las movilizaciones. En otras palabras, los sindicatos confían en el estilo que lleva imperando los años que Yoli lleva al frente del Ministerio: acuerdos entre el Gobierno y los sindicatos... y la patronal que se aguante. 

Y en la misma línea uno de los socios habituales del Gobierno, EH Bildu. Su portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurúa, ha exigido al Gobierno que no espere más y lleve la medida a la Cámara Baja "le guste a la patronal o no".

La próxima cita será el 29 de julio, la mesa de diálogo no descansa, y está por ver si el Gobierno se inclina por sus socios y los sindicatos o por los empresarios.