Ya saben el viejo dicho de la eurocracia bruselina: "¿Qué es un camello? Un camello es un caballo pasado por una comisión.
Pues bien, la ministra Yolanda Díaz ha puesto en marcha una "comisión de expertos" para decidir el salario mínimo para el año 2025.
Ahora deberíamos añadir: ¿Qué es un experto? Un experto es aquella persona con título, y si no tiene título yo se lo otorgo o me lo invento, al que yo consulto para que concluya lo que de antemano yo quiero que concluya.
A ver muchacho, los números: imagínense un matrimonio joven con hijos pequeños. Como el hombre y la mujer trabajan, según el dictamen irrevocable de la sociedad feminista y bobochorra que hemos creado, se necesita de los abuelos, que pueden ayudar pero no cubrirlo todo, o contratar a una cuidadora de sus hijos. Supongamos que quieren hacerlo legalmente para que no les persiga Hacienda. Entonces contratan a una joven, que suele ser extranjera, el primer trabajo en España, lo que está muy requetebién, con las siguiente cifras: ella cobrará un salario mínimo, (en 2024) por ocho horas de trabajo de 1.134 euros brutos al mes.
Brutos que, dependiendo de su situación personal, a lo mejor sólo le descuentan un 2% pero, en cualquier caso, brutos. Ahora bien, si el IRPF perdona algunas veces la Seguridad Social no perdona jamás: le caerá una descuento con cargo a su nómina del 8%.
Pero ahora viene lo gordo, que afecta, no a la empleada, sino al matrimonio empleador. Hablo de las cuotas a la Seguridad Social con cargo al trabajador, y aunque todo surja del mismo bolsillo del empleador, es decir, lo que ese matrimonio de jóvenes debe pagar en concepto de cotizaciones sociales por su empleada del hogar será, atención, de no menos de 350 euros. Es decir, coste total para el matrimonio de ese empleo tan necesario, aún pagando el salario mínimo: casi 1.500 euros mensuales por 14 pagas. ¿Cuántos matrimonio jóvenes pueden pagar 1.500 euros al mes por su empleada del hogar? ¿Qué es lo que suelen decidir entonces, mal decidido, muchos matrimonios jóvenes? No tener hijos.
¿Pobres empleadas del hogar? ¡Pobres padres empleadores de las empleadas del hogar!
Moviola: un matrimonio joven, que paga a la cuidadora de sus hijos 1.134 euros brutos abona otros 350 euros al Gobierno. Total, que la chica les sale por 1.500 euros. Y entonces, ¿no sería mejor decretar que el salario mínimo no cotice a la Seguridad Social, que no pague cuotas sociales, ni con cargo a la nómina (20%) ni con cargo a la empresa o empleador (el otro 80%)?
Y, ahora sí, es cuando hay que ver el vídeo adjunto, de la pedantísima Yolanda Díaz, que, en este caso, resulta que tiene razón, aunque tras una descripción del mundo de gominola en el que habita la vicepresidenta, presuma de lo que ella ha subido el salario mínimo. Porque Yolandita tiene una carita muy dura.
Vamos a volver a subir el SMI para proteger a las familias y personas trabajadoras. Vamos a modernizar nuestro país.
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) November 26, 2024
Hay mucha vida detrás de los números. pic.twitter.com/C9fNrQJIjv
Digo que, en efecto, la oposición de la derecha a la subida del salario mínimo resulta egoísta. El salario no lo debe fijar el Gobierno pero el salario mínimo sí.
El salario mínimo actual es de 1.134 euros brutos al mes por 14 pagas. Cada vez que doña Yolanda presume de ello y lanza su filípica en pro de la subida del salario mínimo contra los pérfidos neoliberales, en lo que tiene razón, se olvida del pequeño detalle de que ella se sube el sueldo, es decir, nos sube los impuestos, en forma de cuotas sociales, en igual medida. Con ello, a quien está sangrando no es a la gran industria, sino a las familias jóvenes a las que cuesta ímprobo esfuerzo cumplir con su trabajo y encima criar a los futuros contribuyentes para Yolandita.
Con la sangría de la Seguridad Social, doña Yolandita y doña Elma Saiz no están sangrando al gran capital, están sangrando a las familias de clase media que se las ven en figurillas para 'conciliar' el trabajo y la crianza de los hijos.
¡Qué suba el salario mínimo, sí!... pero que se supriman los impuestos sobre el salario mínimo
El Gobierno Sánchez subirá el salario mínimo para 2025... es decir, subirá los impuestos, sobre todo en las cuotas a la Seguridad Social que constituyen, sí, la mayor rémora para la creación de empleo en España y el mayor acicate a la economía sumergida. ¿Pobres empleadas del hogar? ¡Pobres empleadores de las empleadas del hogar!
Yolandita tiene una cara de cemento armado. Sube el salario mínimo... y los impuestos, Y hay que ser jetas para subir ambos elementos en paralelo.
¡Qué suba el salario mínimo!... pero que se supriman los impuestos sobre el salario mínimo. La tercera caradura de la zona, la vicepresidenta primera, Marisu Montero, asegura que no hay retenciones de IRPF para los que cobran el salario mínimo, porque lo más probable es que no estén obligados a hacer la declaración de la renta. Marisu, preciosísima, que no estamos hablando de IRPF, estamos hablando de cotizaciones sociales, el impuesto más injusto de todos.