Ya no valen excusas. Después de cuatro años al frente del ministerio de Trabajo y Economía Social -fue nombrada ministra en enero de 2020-, Yolanda Díaz se ha convertido en la peor ministra de Trabajo de toda la Unión Europea, aunque ella no lo sepa o no quiera saberlo.
Lo corroboran los datos publicados este martes por Eurostat: el paro de los 27 países de la Unión Europea bajó al 5,9% en noviembre, frente al 6% de octubre, y marcó su mínimo histórico. En la eurozona, formada por 19 países, el paro fue del 6,4%, una décima menos que en octubre, y también el mínimo histórico desde que hay registros.
En España, la tasa de paro ese mismo mes de noviembre fue del 11,9%, más del doble que la de la Unión Europea. El Gobierno sólo da ese dato cuando publica la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora de forma trimestral y no en los datos mensuales de paro. En los últimos (los correspondientes a diciembre), recuerden que el Gobierno Sánchez se dedicó a enviar todo tipo de mensajes triunfalistas, por ejemplo, que España fue el país europeo que más empleo creó, incluso por delante de Francia y Alemania. ¿No será porque en nuestros vecinos hay mucho menos paro?
El pódium de desempleo en noviembre queda así: España primera con una tasa del 11,9%, seguida de Grecia (9,4%) y Suecia (7,9%). Por el contrario, República Checa presenta la mejor marca (2,4%), seguida de Malta (2,5%) y Polonia (2,8%).
Los datos también sitúan a España como líder del desempleo juvenil (menores de 25 años) de la eurozona, con una tasa del 27,9% (en Grecia es del 27,3%), frente al 14,5% de los Veintisiete.
Pero tranquilos, porque la desfachatez de Yolandísima no conoce límites y la reforma del becario -trabajas tú y cobra el Estado- logrará devolvernos a la segunda posición, por detrás de Grecia. Gracias a ella, los menores de 25 años dejarán de computar como parados aunque, eso sí, no cobren nada. El que cobrará será el Estado, gracias a las cotizaciones sociales que tendrán que pagar las empresas que acojan a esos becarios. Y Yolanda volverá a pensar que ella es la mejor.