El Consejo de Ministros aprobó ayer en sesión extraordinaria el plan presupuestario para el próximo año que enviará a Bruselas. El Gobierno rebaja una décima el pronóstico de crecimiento para este año y el siguiente, hasta el 2,6% y el 2,3%, respectivamente. El plan contempla un objetivo de déficit público del 1,8% del PIB, pese a que el techo de gasto actualmente vigente es del 1,3%. Al respecto, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, indicó que el Gobierno aprobará los Presupuestos de 2019 con la senda de déficit que esté aprobada a finales de noviembre o principios de diciembre. En este sentido, señaló que si el nuevo objetivo de déficit para 2019 del 1,8% aún no está aprobado, se harán las cuentas con el objetivo anterior del 1,3%.
Por su parte, el vicepresidente del Govern y adjunto a la presidencia de ERC, Pere Aragonès, advirtió al Gobierno de que "si mantiene la vía represiva a través de la Fiscalía o de la Abogacía del Estado" contra el independentismo y no hay "gestos" con los presos y la autodeterminación su partido no negociará los Presupuestos. También el presidente del PDeCAT, David Bonvehí, declaró: "Nuestro 'no' a los Presupuestos de Pedro Sánchez es evidente, sólo cambiaría con un cambio de gesto en el tema judicial y una propuesta sobre la mesa sobre el derecho a la autodeterminación". Antes, el portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, consideró que no se puede "exigir" al Gobierno que influya en la Fiscalía en el proceso judicial contra los dirigentes independentistas a cambio del apoyo a los Presupuestos.
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