(Exclusivas de la prensa de papel 11/1/2024) El desánimo y la desesperación cunden en el Ejecutivo de Sánchez: «Así es imposible gobernar»

Moncloa prevé más votaciones «agónicas» al perder el control de sus socios. La próxima prueba serán los Presupuestos, donde Junts volverá a exhibir su fuerza. (La Razón) 

La votación de los decretos hunde en el desconcierto al PSOE, que exige cambios: "Ésta no puede ser la forma de negociar". La agonía, la incertidumbre de la negociación han constatado lo que era un secreto a voces: será una legislatura «incierta», pero también «insostenible» en los términos vividos de caminar sobre el alambre con los ojos vendados. La experiencia y, sobre todo, las perspectivas a futuro, han sembrado malestar en el PSOE y en el Gobierno por la forma de negociar. Por las formas y la puesta en escena. «Esta no puede ser la forma de negociar», consensúan fuentes gubernamentales y del PSOE. En ambas esferas se abre paso con fuerza y cada vez más adeptos la idea de que lo vivido en la negociación con Junts no se puede volver a repetir. «Las negociaciones tienen que ser más ordenadas»; «no se puede estar todo el rato en el abismo porque al final te caes». (El Mundo)

Fuentes del PP aseguraron después que el principal partido de la oposición va a estudiar llevar al Tribunal Constitucional tres aspectos que le parecen «recurribles». El primero, la transferencia de la competencia de inmigración, ya que, en su opinión, podría conferir a Cataluña el control de fronteras propias y la posibilidad de no aceptar repartos de inmigrantes, entre otras cosas. El segundo, la reforma del régimen de la administración local a la medida de las exigencias de Junts, en función de cómo se articule. El tercer recurso que se estudiará es el más claro. ¿Por qué? Porque el decreto ómnibus da un plazo de cinco años para aplicar algunas de sus modificaciones más sustanciales. Según el PP, eso contraviene de forma palmaria la obligación constitucional de justificar la urgente necesidad de la reforma para hacerla vía decreto. Y no puede calificarse de urgente algo que en el mismo decreto se pospone cinco años. (El Mundo)

La Constitución establece que la inmigración que el Gobierno cede a Junts es competencia «exclusiva» del Estado. El Ejecutivo tiene la potestad de «delegar» o «transferir» materias por Ley Orgánica pero el límite habrá de marcarlo el Tribunal Constitucional. (ABC)

Hacienda camuflará la quita a Cataluña como un apunte contable y así no compute como deuda. (La Razón)

Solo el 5% de los empleados que negociaron sus condiciones laborales el pasado año redujeron su jornada pactada respecto a 2022. (El País)

Un informe de LHH Recruitment Solutions muestra cuáles son los trabajos más buscados por la escasez en el mercado y el perfil que buscan esas empresas. (El País)
 

Ibercaja cambia el organigrama justo antes de lanzar nuevo plan estratégico. El consejero delegado, Víctor Iglesias, crea una gran dirección de Negocio y pone al frente a Antonio Martínez, hasta ahora director financiero, rol que asumirá Raquel Martínez. (Expansión)

Santander desbanca a CaixaBank como líder en ventas de fondos. La gestora de Santander capta cerca de 4.500 millones en fondos de inversión y se convierte en líder en suscripciones. CaixaBank, que ha dominado el sector los últimos años, cae al quinto puesto. (Expansión)

Alfonso Dolce: “Diversificar es clave para el futuro de Dolce&Gabbana”. 

La SEC da luz verde a los primeros fondos cotizados de bitcóin: podrán comenzar a operar a partir del jueves. 

La patrimonial de los Grifols cuadruplicó su deuda tras las compras bajo sospecha.

Carrefour pide a sus proveedores bajar precios al nivel de Rumanía.

Sabadell e ING rebajan sus hipotecas y azuzan la guerra.
 

Sánchez ya ha nombrado a nueve, casi el doble que Aznar y Rajoy juntos en quince años. (ABC)
 

La marea de plástico en Galicia pone sobre la mesa el problema de contaminación crónica en una playa de Vila-Seca. (El Periódico)
 

Por motivos de seguridad, han acordado no identificarse, incluso ser parcos en las explicaciones. Pero en los chats que comparten los trabajadores se constató ayer la conmoción vivida. «Afortunadamente hoy estamos para contarlo, pero la experiencia es inimaginable. Muchos corrieron y se escondieron, estuvieron dos horas inmensas rogándole al cielo, a Dios, que no les encontraran. Pensábamos que nos iban a matar. Les pusieron un taco de dinamita en la solapa, les restregaban el arma, les pegaban… Es traumático», confesó a EL MUNDO una de las periodistas . «Estamos muy preocupados por las garantías que vamos a tener para ejercer la profesión», añadió, para dejar claro que la pesadilla todavía no ha acabado. (El Mundo)