Pedro Sánchez, una vez más haciendo de él mismo. Prometió que jamás pactaría nada con los 'ultras' (así les llama él) Orban y Meloni, pero acaba de hacerlo. ¿Para qué? Para poner a Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea, a cambio de admitir a los candidatos de Italia y Hungría. Es decir, que, para conseguir más poder en Bruselas, el presidente ha vuelto a 'cambiar de opinión'.
Pero hoy declara el comisionista Víctor de Aldama --encarcelado por el caso Hidrocarburos--, voluntariamente ante el juez Ismael Moreno, en el contexto del caso Koldo. ¿Tirará de la manta...?
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