(Exclusivas de la prensa de papel 4/10/2022) La inflación en un menú semanal: hacer unas lentejas es un 18% más caro que hace un año y una tortilla cuesta un tercio más

La inflación ha disparado el precio de los alimentos y el coste que tiene para las familias cocinar un menú semanal se ha encarecido de manera importante. Hacer una tortilla de patata, por ejemplo, cuesta un 30% más, unas lentejas para dos personas, un 18,6% más y una paella, un 13% y un cocido, casi un 14%. Son sólo algunos ejemplos de platos que se cocinan en cualquier casa y cuya elaboración cuesta más por el encarecimiento de todos los ingredientes. En EL MUNDO hemos seleccionado siete platos, uno por cada día de la semana. Se han elaborado recetas básicas, con los principales ingredientes y se ha calculado el precio total en función de las cantidades. (El Mundo)

Moncloa aprobará este martes las cuentas. La ley de Familias avanza, mientras Vivienda sigue encallada. (La Razón)

El gasto social, el último escollo entre PSOE y Unidas Podemos para cerrar los Presupuestos. Los socios de Gobierno negocian la ampliación de la prestación por desempleo y los 100 euros por hijo para rematar este martes las Cuentas. (El País)

«Lo invitamos, le damos todo tipo de facilidades para que participe en el Congreso y va y no sólo no viene, sino que nos contraprograma utilizando a las kellys. Con todo respeto a las camareras de piso, seguro que podía haberlas visto otro día. Éste es el XXV Congreso de nuestra asociación que representa hasta el 24% del Producto Interior Bruto español», resumió a este diario un importante miembro de la directiva del Instituto de Empresa Familiar (IEF), aunque esta visión de la actitud del líder socialista la suscriben varios de los consultados. Ninguno lo dijo en público, pero el malestar era palpable en el congreso. (El Mundo)

El auto judicial conocido hace unos días sobre el fraude de los cursos de formación de Delphi es todo un catálogo sobre el sinfín de irregularidades que cometió la Junta, con los ex consejeros de Empleo Antonio Fernández y Manuel Recio a la cabeza, al repartir 33 millones de euros al «entramado» del fallecido Ángel Ojeda. Esta suma millonaria estaba destinada a la formación de los ex empleados de Delphi, que debían impartir y gestionar las sociedades de Ojeda, el ex consejero de Hacienda de la Junta reconvertido en empresario de los cursos alimentados con subvenciones del Gobierno andaluz del PSOE. (El Mundo)

El Instituto de la Empresa Familiar, contesta al Ejecutivo: “No hemos cedido a discursos derrotistas y no nos vamos a ir de España”. (Expansión)

El ‘catastrazo’ de Hacienda genera una guerra judicial por sus elevadas tasaciones. El Valor de Referencia, usado para calcular la base imponible de los impuestos, permite a las Haciendas autonómicas incluso duplicar el valor de los inmuebles. Al menos 850 contribuyentes han impugnado ya estas valoraciones. (Expansión)

Gingko y PGGM lanzan la venta de Madrileña de Gas por 2.000 millones. Nortegas, Redexis y algunos de los mayores fondos de infraestructuras estudiarán, durante las próximas semanas, la adquisición del 100% de la compañía. (Expansión)

Santander acelera el acopio de liquidez y roza los 300.000 millones. Es el único banco entre los grandes españoles que eleva su escudo frente a la crisis, tras sumar 15.300 millones a su colchón en el primer semestre del año. (Expansión)

Íñigo Martos culmina la nueva estructura de Deutsche Bank España. El exdirectivo de Credit Suisse ha remodelado la alta dirección en tiempo récord. Mora Figueroa, un histórico de Deutsche, dejó el banco la semana pasada. (Expansión)

Aragón y Baleares atraen más ricos que Ayuso pese a tener Patrimonio.

El imperio Vega Sicilia: triplica su valor y llega a los 605 millones.

Maceiras vende el ADN de Inditex ante el pesimismo de la empresa familiar.

Insolity, un club vip para coleccionistas de vinos.

IAG reducirá su endeudamiento a la mitad en 2 años, hasta 2,8 veces.

El 37% del Ibex pierde más de lo ganado tras la vacuna de Pfizer.

La OPEP+ piensa reducir la oferta de crudo diez veces más rápido.

Empleados de la misión diplomática en EE.UU. trataron de alertar, entre otros, a los titulares de Exteriores y Trabajo. Denuncian anomalías en la selección de la mujer del consejero de Interior como secretaria del embajador. (ABC)

Algunos cometieron hasta 15 asesinatos y otros intentaron masacres como el 11-M o en un Madrid-Barça. Entre ellos, Iñaki Bilbao, que amenazó a varios jueces y con volver a matar en cuanto pudiera. (ABC)

Sólo unos días antes de que la coalición independentista de ERC y Junts saltase por los aires –vote lo que vote la militancia postconvergente o puigdemontiana–, bajo los radares del tablero político de Madrid se produjo un movimiento de calado. De manera informal, diputados independentistas contactaron con el PP y compartieron la impresión de que sus canales de comunicación eran manifiestamente mejorables, a pesar de los pesares. Los de Junts transmitieron, además, su hartazgo con Pedro Sánchez, hasta el punto de zanjar que «al Gobierno le queda poco». (El Mundo)

Génova renovará liderazgos y mensajes tras las municipales para ajustarlos al modelo del partido en Galicia. (La Razón)

Feijóo pidió a Ayuso no hacer su conferencia ideológica. Fuentes de Génova confirman que la dirección pidió que la convención ideológica se transformase en varias jornadas de trabajo. Lo mismo, pero sin ponencias políticas ni conclusiones ideológicas. Y sin batallas culturales. Desde el PP de Madrid apuntan que la propia dirección regional ya había ideado «durante el verano» ese escenario para no concentrar todos sus planteamientos en «un día y medio» y así conseguir que el mensaje llegara más a la población. (El Mundo)

Un informe aportado por la Abogacía del Estado sostiene que el trazado de A Grandeira no es un punto excepcional dentro de la red ferroviaria de alta velocidad. (ABC)

Según se aprecia en la entrada, el hospital ferroviario fue construido en 1910. Dentro de las instalaciones los muros están decorados con dibujos de payasos y tortugas. Hasta la puerta del almacén donde fue recluido Mikhail Sevshenko sigue mostrando el enorme rótulo que advierte sobre la prohibición de fumar en el recinto. Sin embargo, para Sevshenko el Hospital de Izium dista mucho de estar asociado a la imagen de un establecimiento sanitario destinado a sanar a sus pacientes. Al contrario. «Aquí nos destruían», dice. (El Mundo)