2019 ha sido un gran año para la energía eólica en España, pues la potencia instalada subió en 2.243 megavatios (MW), lo que representa el mayor crecimiento desde 2009, superando la barrera de los 25.000 MW (se llegó a 25.727 MW). Además, este crecimiento ha contribuido a la economía nacional, pues aportó 4.073 millones de euros, un 14% más que en el año anterior, suponiendo un 0,35% del PIB total.
Así se refleja en el ‘Estudio Macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España’, elaborado por la consultoría Deloitte para la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Un sector que empleó a 29.935 personas (+25%) de forma directa e indirecta en nuestro país y que logró una generación de 54.438 gigavatios-hora (GWh), situando a la energía eólica como la segunda del mix tras la nuclear y permitiéndole cubrir el 21% de la demanda.
En nuestro país, el sector eólico quiere seguir creciendo y espera incorporar 10.000 MW de potencia nueva hasta 2024, mediante las futuras subastas (a principios de noviembre el Gobierno aprobó un nuevo mecanismo, pero aún no hay fecha de ninguna convocatoria), entre otras formas. También se pretende hacer una repotenciación de hasta 5.000 MW hasta 2025. Además, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) recoge una potencia eólica de 40.633 MW en 2025 y 50.333 MW en 2030, lo que supone que deberían instalarse alrededor de 2.300 MW al año.
La energía eólica también ha crecido en todo el mundo en 2019: se instalaron 59.000 MW nuevos, alcanzando un total de 651.000 MW. Nuestro país es el quinto con mayor potencia instalada, tras China (236.000 MW), EEUU (105.000 MW), Alemania (61.000 MW) e India (38.000 MW), y el tercer exportador de aerogeneradores después de Dinamarca y Alemania.