Hispanidad, decano de la prensa digital española, ha celebrado el sábado 20 de marzo su vigésimo quinto aniversario. Y lo ha hecho de forma un tanto original para un medio de comunicación: con una eucaristía oficiada, en la madrileña Iglesia de Santa Teresa y San Isabel, por el cardenal Antonio Cañizares.
Durante su homilía, 20 minutos sin desperdicio (ver aquí), el actual obispo de Valencia habló del papel de los medios informativos en el momento presente, en el que tan difícil resulta conocer la verdad. Al hablar de esta ceremonia de la confusión, sorprendió monseñor Cañizares al referirse reiteradamente al Nuevo Orden Mundial (NOM), ese que tantos niegan: “se observan movimientos reales, no imaginarios, que difunden la mentira de un pensamiento único”. Al parecer, no consideró necesario concretar más al considerarlos inequívocos. Inequívocamente anticristianos, traduzco yo.
La prensa actual es cobarde: Cañizares pide a los periodistas una mayor conciencia crítica frente al poder
Cañizares se mostró convencido de que en esta época no es fácil dar con la verdad. De entrada, “exige una mayor conciencia crítica”. Afirmación sorprendente: un clérigo pidiendo a los periodistas que sean más críticos con el poder. No atenta contra el sentido común sino contra lo políticamente correcto. Por tanto, la advertencia debería ser tomada en serio. Pero el arzobispo de Valencia fue a más: la obligación de los medios es servir a la verdad y a la libertad, los fundamentos de justicia.
Y en paralelo los periodistas están obligados a enfrentarse a los poderes económicos y ojo, “ideológicos” que, para evitar excusas, Cañizares advierte que están “muy identificados”.
Citando a San Juan Pablo II, el obispo de Valencia asegura que “la búsqueda de la verdad exige un esfuerzo constante, adecuado nivel de conocimiento y selección crítica”.
Pero, ante todo, significa “ser incorruptible ante la verdad”. Conclusión: la verdad no sólo existe sino que, además “exige amor y respeto”. Y, naturalmente, capacidad de discernimiento. El amor a la verdad impele a abandonar hasta la sombra misma de relativismo, de ese “nada es verdad ni mentira, todo depende del color del cristal con que se mira”.
La búsqueda de la verdad exige un esfuerzo constante pero recuerden, señores periodistas: “sólo Dios basta”
En cualquier caso, “os aliento a perseguir (la verdad) con libertad y pasión”.
La búsqueda de la verdad exige un esfuerzo constante pero “sólo Dios basta”.
Más receta para la prensa actual: “la palabra es sagrada” y, lo que resulta igualmente relevante: “el objeto de los medios de comunicación es el hombre”.
Se pregunta Cañizares por qué los políticos nunca hablan de bien común, sencillamente porque el hombre no les interesa. Ejemplo, la ley de eutanasia que acaba de ser aprobada en el Parlamento español: “En la ley de eutanasia el hombre no cuenta. Cuenta una vida sin sufrimiento y entonces no importa eliminar al que sufre”.
En cualquier caso, a pesar de todas las dificultades antedichas, Monseñor Cañizares acabó con un epílogo de esperanza: “La verdad sólo está en Dios… Sólo Dios basta… La libertad de la verdad es… sólo Dios”.
Lección magistral de periodismo la del cardenal Cañizares.