Santiago Abascal manifestaba su descontento la mañana del lunes después de las elecciones con el sistema de distribución de escaños. Según la ley, Vox necesitaba 111.548 votos para conseguir un diputado, mientras que el PSOE necesitaba 60.602; el PP, 65.694; Ciudadanos, 72.246; y Podemos, 88.707 sufragios. Y es que los pequeños partidos salen perdiendo con el sistema de la ley D'Hont, que beneficia a los grandes y a los nacionalistas -partidos con fuerza en circunscripciones concretas-.
Según los datos del Ministerio del Interior, las elecciones del 28 de abril han contado con 66 candidaturas para el Congreso, que han obtenido desde los 7.480.755 votos del PSOE hasta los 28 sufragios de UDT.
Podemos-IU-EQUO y Vox se quedan fuera de la Cámara Alta
En total, 15 grupos se repartieron el conjunto de los diputados del Congreso. Los mayoritarios, PSOE (123), PP (66), Cs (57), Podemos (35) y Vox (24), se hicieron con 305 representantes. Por su parte, ERC logró 15 escaños; ECP y JxCAT, siete cada uno; EAJ-PNV, seis; Bildu, cuatro; CCa-PNC, dos, al igual que NA+ y, tanto Compromís como PRC consiguen un diputado en el Congreso cada uno.
Por su parte, la mayoría de los puestos del Senado se los lleva la izquierda. El PSOE pasa de 43 a 121 senadores, mientras que el PP se ve obligado a aceptar la pérdida de 74, quedándose con 56. ERC consigue 11 representantes, dos más que EAJ-PNV. Los de Albert Rivera pasan de cero a cuatro, uno más que NA+. JxCAT-JUNTS se hace con dos y, por último, tanto ASG como Bildu consiguen un senador cada uno. Podemos -que pierde los ocho que consiguió en 2016- y Vox se quedan fuera de la Cámara Alta.