- Diversas pruebas mostraron la solidez de sus diseños y sus altos márgenes de seguridad.
- Las medidas se concretaron en acciones de protección frente a fenómenos naturales extremos, como inundaciones y efectos sísmicos.
- Y también, el refuerzo de los sistemas de prevención y mitigación.
El próximo 11 de marzo se cumplen cinco años desde el terremoto y posterior tsunami con consecuencias para los reactores de la central nuclear de
Fukushima-Daiichi.
En estos años, las centrales nucleares españolas han implementado acciones y medidas para reforzar su seguridad y garantizar la capacidad para soportar situaciones más allá de sus bases de diseño, similares a las ocurridas en la central japonesa, según informa el
Foro Nuclear.
El
Plan de Acción del Grupo de Reguladores Nucleares Europeo (ENSREG), emitido en julio de 2012, tras la finalización de las Pruebas de Resistencia a todas las centrales nucleares europeas, homogeneizaba las acciones a adoptar en los distintos países. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) aprobó el Plan de Acción Nacional en 2012 y su revisión posterior en 2014.
En España,
las conclusiones de estas pruebas mostraron las condiciones de seguridad en las que operan las centrales nucleares, la solidez de sus diseños y sus altos márgenes de seguridad.
Las centrales nucleares están cumpliendo con lo establecido en el Plan de Acción Nacional y puede considerarse que las actividades previstas están completadas en más de un 80%. Todo ello ha redundado en un parque nuclear español modernizado, que cumple con los más estrictos niveles de seguridad nacionales e internacionales,
y constituye un activo a poner en valor por la estabilidad que aporta al sistema eléctrico, la no emisión de gases de efecto invernadero y su competitividad.
Las principales acciones y medidas que las centrales nucleares españolas han puesto en marcha pueden dividirse en dos grandes bloques. Por un lado, acciones y medidas de protección frente a fenómenos naturales extremos, como inundaciones y efectos sísmicos, completadas prácticamente en un 100%.
Y por otro,
el refuerzo de los sistemas de prevención y mitigación, mejorando los existentes y añadiendo equipos portátiles y sistemas de refrigeración adicionales, incluso para las piscinas de combustible gastado, que puedan funcionar en caso de aislamiento eléctrico de las instalaciones. Implantación de un centro común de apoyo exterior en emergencias (CAE) y de un centro de apoyo para la gestión de emergencias en cada emplazamiento (CAGE). Muchas de estas acciones ya están completadas y otras se encuentran en la fase final de implementación.
"Las centrales nucleares españolas están sólidamente preparadas para hacer frente a los sucesos supuestos en sus bases de diseño. Además,
las plantas disponen de márgenes adicionales para afrontar con garantía sucesos extremos más allá de las bases de diseño, así como sus consecuencias", concluye el Foro Nuclear.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com