- La institución mejora una décima, hasta el 3,2%, la previsión de crecimiento del PIB en 2015, tras crecer un 0,8% en el cuarto trimestre.
- Y para el 2016, estima que el crecimiento medio anual del PIB podría alcanzar el 2,8%.
- Pero advierte que la principal "fuente de incertidumbre" está asociada al curso de las políticas económicas… por la influencia de la "agenda reformadora".
El
Banco de España ha publicado su último boletín económico del año en el que eleva al 3,2% la previsión de crecimiento de la economía española en 2015, una décima más que el pronóstico anterior, después de estimar un crecimiento del PIB en el cuarto trimestre del 0,8%, por lo que afirma que se mantiene el escenario de crecimiento "sostenido" de la economía en los próximos trimestres. Y las previsiones para 2016 (razonablemente buenas) quedan condicionadas -o pueden verse alteradas- por las próximas políticas económicas, un modo de hacer alusión, sin entrar al trapo, a los resultados del
20-D. La ruptura más brusca con la política económica seguida hasta ahora parte de la tercera fuerza:
Podemos.
Afirma que la evolución de la actividad en el último trimestre del año está siendo "ligeramente más favorable" de lo anticipado en septiembre, lo que le ha llevado a elevar la previsión del PIB esa décima, aunque sigue estando una décima por debajo del 3,3% estimado por el
Gobierno.
En el próximo ejercicio se espera una continuación del "comportamiento dinámico" de la actividad, aunque su ritmo de avance sería algo inferior al observado en trimestres recientes, como consecuencia de la "moderación" de algunos de los impulsos expansivos actualmente vigentes, subraya. En concreto, el organismo que gobierna
Luis María Linde estima que el crecimiento medio anual del PIB en 2016 podría alcanzar el 2,8%.
No obstante, la principal "fuente de incertidumbre" está asociada al curso de las políticas económicas, dada la influencia que ejercen, en particular, la agenda reformadora y la política presupuestaria sobre la confianza y las decisiones de gasto de los agentes, expuso el Banco de España. Aunque se supone que este informe fue redactado antes de las elecciones, la advertencia viene que ni pintada, dado el panorama que ha surgido de las urnas...
En el mercado de trabajo, indica que el empleo ha mantenido un "elevado dinamismo" en los meses recientes, estimándose que podría crecer en el período octubre-diciembre un 0,7% intertrimestral, tasa similar a la del trimestre precedente.
Respecto a la evolución del consumo, el supervisor apuntó que la evolución de las condiciones financieras ha conformado un contexto favorecedor del gasto de hogares y empresas en los meses de otoño. El consumo de las familias "se ha visto alentado", además, por la "fuerte" creación de empleo y por un conjunto de factores, de naturaleza transitoria, que han contribuido asimismo a incrementar su capacidad de compra en el corto plazo.
Estos elementos incluyen el renovado retroceso del precio del petróleo, el adelantamiento al mes de julio de la rebaja de la carga tributaria cuya entrada en vigor estaba prevista inicialmente para enero de 2016 y el reintegro a los empleados públicos de una cuarta parte de la paga extra suspendida en diciembre de 2012.
"Con este trasfondo, el consumo privado habría crecido en el cuarto trimestre del año a un ritmo similar al observado en el tercero (del 1%), al igual que la inversión productiva privada, que se habría visto favorecida por la fortaleza de la demanda final y por la bonanza de las condiciones financieras", aseguraron desde el organismo.
Mientras, la demanda exterior neta habría ejercido una "contribución neutral" al crecimiento del producto en el período octubre-diciembre. En términos intertrimestrales, las compras de bienes al resto del mundo habrían moderado su dinamismo con respecto a los registros alcanzados en el verano.
En la vertiente exportadora, el crecimiento de las ventas de bienes "experimentó un cierto freno, a pesar del fortalecimiento de los mercados del área del euro, en tanto que los indicadores relativos al turismo apuntan a una evolución muy favorable en el tramo final del año".
El ritmo de retroceso interanual del IPC se ha atenuado en los últimos meses, desde el -0,9% de septiembre al -0,3% de noviembre. Esta trayectoria ha venido determinada, principalmente, por el efecto de la evolución del precio del petróleo sobre el componente energético.
El comportamiento de la tasa de inflación en los próximos trimestres está supeditado al proyectado repunte de los precios del petróleo. En el corto plazo está "muy influenciada" por las caídas observadas hace un año en el precio de esta materia prima.
Por este motivo, se espera que el ritmo de variación del IPC general pase a ser positivo en diciembre y siga aumentando a lo largo de 2016, hasta situarse por encima del 1,5% al final de ese año. En términos de las tasas medias anuales, se proyecta un retroceso del 0,5% este año y un avance del 0,7% el próximo.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com