- El fondo británico duplicaría su apalancamiento, que pasaría de 300 a algo más de 600 millones de euros.
- Por contra, parece que la opción de Masmovil gana enteros.
- En cualquier caso, ninguno de los postores está dispuesto a pagar más de 300 millones.
- El pacto de accionistas de Masmovil vence este verano y todo parece indicar que se renovará.
- El problema de Masmovil es la cuarta pata de la convergencia: la televisión.
- En el sector empiezan a pensar que el fútbol será su ruina: no logra las sinergias deseadas y es carísimo.
A principios de febrero,
Zegona ofreció 380 millones de euros por Yoigo. ¡Qué lejos quedan ahora los 1.000 millones que pidió Teliasonera hace dos años! Sin embargo, la oferta no llegó a cuajar y parece muy complicado que finalmente lo consiga, a pesar de que ahora ya no son 380 millones, sino 300.
En cualquier caso, parece mucho para Zegona, que en julio de 2015 compró Telecable de Asturias por 640 millones de euros. Para financiar la operación,
el fondo británico aumentó su deuda en unos 300 millones de euros. El resto, unos 340 millones, los financió con nuevo capital respaldado por inversores institucionales.
En definitiva,
la compra de Yoigo se complica. De llevarla a cabo, el fondo británico duplicaría su apalancamiento, que pasaría de 300 a algo más de 600 millones de euros. Pero esto no es lo más complicado. Lo peor viene después: cómo integrar
Telecable y Yoigo. Los clientes de Telecable están en Asturias, mientras que los de Yoigo están repartidos por toda a Península. Y expandir el cable por toda España para ofrecérselo a los clientes de
Yoigo no parece muy razonable.
Por contra, la alternativa de Masmovil gana enteros aunque la teleco se niega a hacer comentarios al respecto. Sus objetivos ahora mismo pasan por culminar la integración de Pepephone, captar 70 millones de euros para el despliegue de fibra -
el plan supone una inversión total de 250 millones y contempla llegar a 2,3 millones de hogares en 2018-, y afianzar la oferta convergente, lanzada hace una semana.
En cualquier caso,
como adelantó Hispanidad, la adquisición de Yoigo le proporcionaría masa crítica -número de clientes- para rentabilizar la oferta televisiva, hasta ahora la gran incógnita de la operadora que dirige
Meinrad Spenger y que lanzará a partir de septiembre. La compra de Yoigo supondría aumentar los clientes de móvil en 3,4 millones, lo que sería, sin duda, un salto importantísimo para
Masmovil. Eso sin hablar de las sinergias: la utilización de la red de Yoigo supondría un ahorro de 30 millones de euros anuales.
A todo esto, Masmovil cuenta con un grupo accionarial muy estable y que controla el 50% de la compañía. Entre ellos, los fundadores de la empresa, Caser Seguros y el grupo noruego Schibstead, que fue el propietario de 20 Minutos hasta 2015. Entre todos, controlan alrededor del 30% de Masmovil. El otro 20% -hasta llegar al 50%- está en manos de los fundadores de Ibercom:
José Eulalio Pozas y Luis Villar. Todos ellos mantienen un 'lock up' -acuerdo para no vender sus acciones en el mercado ordinario-, que prorrogaron en verano de 2015 y que vence el próximo 3 de junio. Tranquilos, todo parece indicar que volverán a extender el acuerdo un año más.
Por cierto, del 50% del capital que cotiza en el MAB, el 10% está en manos del fondo Gala Capital, el mismo que contó, hasta 2012, con la participación de Alicia Koplowitz, la familia del Pino o Manuel Jove.
Pero
volvamos a Masmovil. Su principal problema ahora mismo es la cuarta pata de la convergencia, esto es, la televisión. Y no está resultado fácil, a tenor de los retrasos que está sufriendo su lanzamiento, previsto, inicialmente, durante el primer trimestre del año. Sea como fuere, la oferta que lance Masmovil será más modesta que las de las grandes
telecos. Entre otras cosas, no incluirá fútbol, considerado hasta ahora el producto estrella. Lo cierto es que en el sector empiezan a pensar que el fútbol será su ruina: no logra las sinergias deseadas y es carísimo.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com