Todas las miradas de sus compañeros en el Consejo de Ministros se concentraron en Jose Luis Ábalos después de que Miguel Ángel Oliver les trasladara la pregunta del Handelsblatt sobre si la hibernación termina el 13 de abril y pueden empezar a trabajar las empresas no esenciales ese día.
José Luis Ábalos toma la palabra y responde: “A partir de ese día, creo que contestó el ministro de Sanidad, lo que acaba es el decreto que establece los permisos retribuidos. Por lo tanto, salvo que planteemos otras medidas, nos volveríamos a colocar en la situación del primer estado de alarma. Ahora bien, es evidente que el Gobierno dentro de esa estrategia de escalamiento que tiene que hacer, tiene que ver exactamente cuáles son los sectores que exactamente se consideran esenciales, básicos y demás….esto está por definir pero, en cualquier caso, lo que sí que sabemos que tiene punto final son las medidas que concluían al termino de esos permisos retribuidos.
Así que, ¿en qué quedamos Señor Ábalos? ¿Volvemos al tajo o no?
"Ahora bien, es evidente que el Gobierno, dentro de esta estrategia de desescalamiento del confinamiento, tiene que ver exactamente los sectores que se consideran esenciales, esto está por definir", ha dicho Ábalos
A vueltas otra vez con la definición de las actividades esenciales. Nadie sabía a qué actividades se refería el Gobierno hasta que se publicó el decreto de hibernación que contenía una larga lista de excepciones a esta obligación de cierre.
Por ejemplo:
-Las que realicen las actividades que deban continuar desarrollándose al amparo de los artículos 10.1, 10.4 (que decretaban el cierre de todos los comercios, salvo supermercados, tiendas de alimentación y de productos de primera necesidad, farmacias, clínicas, veterinarios o gasolineras), 14.4 (transporte de mercancías), 16, 17 y 18 (que garantizaban el tránsito aduanero, el suministro eléctrico y productos derivados del petróleo y el funcionamiento de infraestructuras críticas);
-Las que trabajan en las actividades que participan en la cadena de abastecimiento del mercado y en el funcionamiento de los servicios de los centros de producción de bienes y servicios de primera necesidad;
-Las que prestan servicios en las actividades de hostelería y restauración de entrega a domicilio;
-Las que prestan servicios en la cadena de producción y distribución de bienes, servicios, tecnología sanitaria, material médico, equipos de protección, equipamiento sanitario y hospitalario y cualesquiera otros materiales necesarios para la prestación de servicios sanitarios;
-Aquellas imprescindibles para el mantenimiento de las actividades productivas de la industria manufacturera que ofrecen los suministros, equipos y materiales necesarios para el correcto desarrollo de las actividades esenciales o las que realizan los servicios de transporte, tanto de personas como de mercancías.
Así hasta veinte son las que recoge el BOE que se publicó el pasado lunes 30 de marzo de madrugada.
Antonio Garamendi apoya a regañadientes la prórroga del estado de alarma pero dice que el Ejecutivo tiene deberes refiriéndose al pago de impuestos o a la ampliacion del tramo de avales de 20.000 a 50.000 millones de euros
Sánchez rectifica
Pero volvamos o lo que ayer dijo Pedro Sánchez al respecto. Que a partir del lunes de Pascua las actividades no esenciales volverían al trabajo. El Gobierno no prolongará las 'vacaciones retribuidas' de ocho días que estableció para paralizar a las grandes empresas de la industria y la construcción, tal y cómo ha confirmado hoy el ministro Ábalos.
Se trata de una rectificación en toda regla ya que la ampliación del estado de alarma había levantado el temor entre los empresarios ante una posible prolongación del permiso retribuido que se puso en marcha hace una semana
Esa fórmula, pensada para aprovechar las vacaciones de Semana Santa, tiene un coste considerable para los empresarios a corto plazo, que no parecían muy dispuestos a aguantar más la situación.
Ante la presión y el rechazo que los permisos retribuidos había cosechado tanto entre la patronal como en la oposición, Sánchez se ha justificado en que se trataba de una medida excepcional
El propio presidente del Gobierno, reconocía el "impacto bestial" que se está produciendo en la economía a la hora de explicar este "decalaje" del parón económico, que queda supeditado en todo momento a la evolución de la curva de contagios, que ya marca una tendencia clara a la baja y puede permitir una mayor movilidad y una ligera reactivación de la actividad de las empresas“si los técnicos y los expertos consideran que es posible”.
Así que, ante la presión y el rechazo que la fórmula de los permisos retribuidos había cosechado tanto entre la patronal como en la oposición política, Sánchez se ha justificado en que se trataba de una medida excepcional, destinada a que la movilidad diaria fuera "similar a la de un domingo", algo que considera que se ha conseguido, por lo que el nuevo estado de alarma puede traer unas condiciones distintas menos gravosas para las empresas y los sectores productivos afectados por el parón económico.
Decía ayer Antonio Garamendi, sin despeinarse, y con la tibieza a la que nos tiene acostrumbrados, que apoyan la prórroga del estado de alarma pero que el Ejecutivo tiene deberes, refiriendose al pago de impuestos o la ampliacion del tramo de avales de 20.000 a 50.000 millones de euros.
En concreto, los empresarios han pedido al Ejecutivo en un comunicado que suspenda el pago de tributos como el IVA, el IRPF o las cotizaciones a la Seguridad Social "en aquellos sectores y empresas más golpeadas por el descenso de actividad".