• La lentitud de los acreedores en llegar a un acuerdo financiero ha derrumbado la facturación de 3.307 a 1.215 millones de euros.
  • Y así, las pérdidas del primer semestre (3.689 millones) ponen en solfa toda la recuperación.
  • Por de pronto, habrá que ir pensando en reponer esas pérdidas.
  •  "La crisis ha devaluado activos y ralentizado la actividad". Claro.
  • Porque gestionar una empresa no es gestionar la deuda: es vender.
Abengoa ha presentado la cuenta de resultados correspondiente al primer semestre del año. Un desastre. Las primeras líneas de la cuenta son las más importantes: las ventas se han reducido a un tercio en un año, desde los 3.307 a los 1.215 millones de euros. En el caso del grupo tecnológico andaluz es mucho más importante la facturación que las pérdidas (3.689 millones), inmersa como está en proceso de reestructuración financiera. El lunes, 19, inició el periodo de adhesiones al plan de rescate, cuyo límite está fijado para el 25 de octubre, siempre que no se pidan más días de prórroga. Ojo, a Abengoa la hundió el equipo propietario y gestor de Felipe Benjumea pero desde luego no ha colaborado nada la lentitud exasperante (también parte de culpa de Benjumea, sí) con las que bancos y fondos han reestructurado su deuda. Y como toda empresa en crisis, Abengoa ha visto cómo se devaluaban sus activos y se ralentizaba su actividad. Natural. Al final, la lección que se saca es que gestionar una empresa no consiste en reducir su deuda sino en vender. Rafael Esparza