Abengoa presenta una situación financiera delicada, pues está en concurso de acreedores. Un escenario que ha colocado a Abenewco 1, la filial que agrupa los activos más productivos y valiosos de la empresa de infraestructuras, como un activo interesante de adquirir. Los hermanos mexicanos Martín Amodio, a través del Grupo Caabsa, con EPI Holding/Ultramar Energy (también de capital azteca) y los accionistas minoritarios que están agrupados en la plataforma AbengoaShares han lanzado una oferta por 200 millones de euros, pero la salvación está en manos de la SEPI (o sea, del Gobierno) y de si aprueba el rescate solicitado (249 millones).
El Consejo de Administración de Abengoa estudiará la segunda propuesta que recibe por Abenewco 1, tras la presentada por el fondo estadounidense TerraMar. Esta consiste en 150 millones en forma de préstamo y 50 millones en aportación de capital.
Por su parte, la oferta de la que forman parte los principales accionistas de OHL se compone de dos fases. En la primera, aportarían 35 millones en préstamos garantizados y 15 millones en bonos opcionalmente convertibles. Y en la segunda, una vez que la SEPI aprobara su rescate, los mexicanos y los minoritarios completarían la aportación de dinero con 100 millones en préstamos y 50 millones para ejecutar la ampliación capital con la que alcanzarían el 70% del capital. Así, en total, ofrecen inyectar 135 millones en préstamos y 65 millones en instrumentos financieros.
Lo de Abengoa es increible. Representa la crisis emrpearial más larga que se recuerda. Una compañía que vive, permanentemente, en tiempo de descuento. Eso sí, nunca quiebra.